Investigación

Crimen en 9 de Julio: aguardan pericias claves a un arma blanca

Alejandro Guerra murió en circunstancias violentas y la policía avanza firme sobre la hipótesis de una gresca.
miércoles, 21 de octubre de 2020 11:00
miércoles, 21 de octubre de 2020 11:00

Sigue la investigación por la muerte violenta de Alejandro Guerra, el joven de 31 años de edad cuyo cuerpo fue encontrado el pasado viernes en calle Zapata al oeste de Barrio Taranto, en Las Chacritas, 9 de Julio. Los hermanos y el padre habían iniciado el jueves pasado una intensa búsqueda con ayuda de la policía para localizarlo con vida, pero el resultado fue el peor esperado. 

La policía avanza sobre la hipótesis de una gresca en la que se dio el ataque que terminó con la vida de Guerra."Estamos en plena etapa de investigación y en este sentido, se encontró una moto y también un arma blanca que habría sido usada para atacar a Alejandro Guerra. Se habría generado una gresca que hay elementos que indican que se generó un conflicto que pudo haber desatado el ilícito", afirmó este miércoles el responsable de la sección Homicidios, Marcelo Llanos.

Y agregó, "se tomaron testimoniales a los vecinos del lugar y todo apunta a las personas que están detenidas, un mayor y un menor de edad. El arma tiene manchas que serían de sangre y los resultados de las pericias serán claves".

En la memoria de la familia están muy presente todavía las últimas horas de vida de Alejandro y la esperanza que tenían que volviera a la casa. El miércoles pasado salió de su vivienda a las 19 horas para ir al cumpleaños de un familiar. En la celebración estuvo hasta alrededor de las 22.30 y desde ese momento lo que ocurrió está siendo reconstruido por la justicia. 

"El jueves mi papá me llamó en la mañana y me dijo que no estaba mi hermano. Le dije que ya iba a aparecer, que se quedara tranquilo. Luego cuando pasé le pregunté si había regresado y me dijo que no", relató Gabriela, hermana de la víctima a Diario La Provincia SJ y destacó que cuando más tarde le volvió a llamar a su padre, él le respondió que no había vuelto todavía. A partir de ahí entró la desesperación y el miedo de que hubiera pasado lo peor.

"Como no había aparecido pusimos la denuncia. Pero se me había puesto en la cabeza que algo había pasado", destacó recordando que las horas que pudieron dormir esa noche de su ausencia eran pocas y el temor de lo peor iba cada vez más en ascenso con el correr de las horas. El viernes el peor pensamiento se hizo realidad: los policías encontraron el cuerpo en el descampado".

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