La justicia procesó este lunes a Diego Álvarez (28), por el crimen de su esposa Brenda Montaña Requena (24). El hombre está imputado por el escalofriante asesinato de la joven que fue encontrada estrangulada y quemada en una fosa en Albardón.
El juez de Instrucción Guillermo Adárvez lo procesó bajo la caratula de Homicidio Doblemente Agravado, por el vínculo y por violencia de género. Además fue procesado por lesionar a José Guajardo (24), amante de la chica, con quien fue encontrado el día de la tragedia y a quien además amenazó de muerte.
La palabra clave
Ante la justicia pasaron los familiares de la víctima que hablaron de una relación violenta pero las declaraciones que más complicaron a Diego Álvarez fueron la de los niños que fueron testigo del hecho post crimen.
Los chicos de 12 y 14 años de edad vieron a un hombre quemando algo en una fosa en Campo Afuera y su testimonio permitió encontrar los restos de Brenda en la fosa. Los menores pasaron por el Centro ANIVI para declarar, citados por el Tercer Juzgado de Instrucción, y pusieron a Álvarez en el lugar del crimen.
Los dos menores declararon que aquel jueves 11 de julio (justo el último día que fue vista con vida a Brenda) se encontraban "trampeando" pajaritos y vieron a un hombre haciendo una fogata en medio del descampado. En ese momento se acercaron para preguntar si necesitaba alguna ayuda y el individuo reaccionó con nervios y luego les ofreció 500 pesos para que se fueran con el pretexto de que cargaran dinero al celular de él. Los chicos se retiraron pero cuando fueron a cargar el crédito constataron que el número no era real.
Otro detalle que dieron es que el hombre se ofuscó con uno de los adolescentes porque lo confundió con un familiar de Guajardo (amante de Brenda) y eso hizo que reaccionara de manera alterado.
Al día siguiente, y cuando saltó el caso en la prensa de la desaparición de la chica, los niños reconocieron al hombre con el que habían hablado el día anterior en la televisión. Es que un canal de noticias local lo estaba entrevistando y los niños no dudaron de que era la misma persona. Esa declaración realizada el martes 16 de julio a los efectivos de la División Homicidios permitió hallar el cuerpo de Brenda.
