Investigación

Caso Federico Bustos: a dos años de la tragedia que enlutó a San Juan se viene una etapa clave

El joven perdió la vida al salir despedido del vehículo en el que viajaba cuando una camioneta lo chocó de atrás. La lucha de su familia tras un intenso duelo y la búsqueda de una Estrella amarilla.
domingo, 22 de septiembre de 2019 14:18
domingo, 22 de septiembre de 2019 14:18

La salida de una fiesta con amigos y su hermana fue el inicio de una pesadilla. El 4 de junio de 2017 en la intersección de Calle 11 y Vidart, una camioneta Chevrolet S10 chocó violentamente de atrás a un Renault Sandero en el que iba Federico Bustos (21) y tras el impacto, salió despedido y cayó a un canal. Un momento que marcó para siempre a su familia y amigos que no podían creer lo sucedido. Quienes iban con él salieron prácticamente ilesos e intentaron todo para salvarlo. El conductor de la camioneta de apellido Fernández, en ese momento de 25 años, estuvo poco más de 20 días detenido y después, liberado e implicado en la causa por homicidio culposo. En tanto para los Bustos comenzó un duro camino que recién este año están andando de otra manera.

Es que al tránsito por las etapas del duelo se sumó la novedad que iniciarán las audiencias en el marco del juicio por la muerte del joven, que enlutó a Pocito y a muchos jóvenes y familias que quedaron afectadas por su pérdida. "Confiamos en nuestro abogado Juan Bautista Bueno y en que se va a hacer justicia. Ese joven tiene que estar preso y pagar con una sentencia por matar a mi hijo. No le deseo mal; no lo odio ni mucho menos. Sólo pido una pena justa", señaló Silvia, la madre del estudiante universitario, a Diario La Provincia SJ.

Ella confiesa que desde hace poco tiempo se siente fuerte para hablar del caso y de su hijo sin quebrarse. Señala que su esposo y su hija Juliana, que viajaba en el auto el día de la tragedia, aún luchan por salir adelante enfrentando problemas de salud derivados tras la violenta partida de Federico. "Nos hemos encontrado a lo largo de los años en un semáforo, par a par con el joven que embistió el auto en el que iba Fede. La pasamos mal y hasta tuvimos que aprender a tomar caminos alternativos para no cruzarnos con él. Sigue manejando como si nada", destaca.

Desde el día en que les cambió la vida, los Bustos han sentido la compañía de Federico en distintos gestos. Misas con más de 800 personas, la sentida despedida en el colegio Juan Pablo II donde cursó su Primaria y Secundaria, las largas visitas de amigos en su casa y hasta los homenajes en la tumba de Fede "donde nunca faltan flores y hasta van a cantarle sus amigos", los han apuntalado y ayudado a rearmarse muy de a poco. "No podía hablar de él sin quebrarme pero siempre me dijeron: "sos una madraza y vas a salir adelante". Por mi familia lo estoy haciendo. Un día, pudimos abrir su habitación que llevaba meses cerrada y decidimos regalar su ropa. Él siempre estaba impecable; amaba verse bien y se perfumaba con un aroma único para ir a la Facultad en la UCC, donde se estaba por recibir de Licenciado en Recursos Humanos. Cuando se fue, lo conocimos más, si cabe la frase. Supimos que había actuado en la fe a través de sus obras, dejando amigos por doquier. Conocimos gente que lo quiso y apreció y no dudó en estar con nosotros. Fue una persona muy amada", sentencia Silvia.

Además, recuerda que en su barrio los vecinos decidieron mantener luto en la primera Navidad sin Federico, un gesto que los conmovió y fue algo que siguió repitiéndose respetuosamente después. "Decidieron no adornar sus casas con luces y mantener conmemoraciones discretas. Se acercaron a mi casa desde la Unión Vecinal, donde participamos con mucho cariño, y nos dijeron que todos estaban tristes porque faltaba Fede. Realmente fue un gesto hermoso en medio de tanto dolor".

En paralelo a fortalecerse para encarar las audiencias del juicio, Silvia quiere algo más para honrar a su hijo. En la esquina de la tragedia, junto a la gruta que lo recuerda esperan pintar una estrella amarilla, símbolo de los siniestros viales. "La gruta la hicimos revestida con piedra similar a la Gruta de Fátima, lugar en el que bautizamos a Fede y que marcó nuestra vida en familia. Tiene una cruz de mármol hermosa que fue regalo de uno de sus amigos. Pinté un cielo con sus nubes y tiene un ángel que patiné para él. Me gustaría que esté la Estrella para recordarlo y más me gustaría que cambien las leyes para que no haya más Estrellas pintadas ni muertos en accidentes. Es necesario reaccionar y hacer algo ya", concluyó. 

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