Temor. Eso es lo que ahora siente Mauricio Ontiveros (32), el hombre golpeado entre el 20 y 21 de junio último en la Comisaría Séptima. Por el hecho hay siete efectivos detenidos y dos causas abiertas, una administrativa y la otra judicial.
"No pensé que iba a llegar a esta instancia", reconoció Ontiveros en radio Sarmiento. Luego indicó que "ahora uno teme por la represalia que puede haber" pero confía que en esta oportunidad, las fuerzas actuarán de otra forma.
Mauricio había sido detenido por una contravensión que él reconoce que cometió. Le faltaba la RTO y la tarjeta verde. Ante este escenario le labraron una multa y le pidieron que la firmara. Sin embaro se negó a hacerlo y eso habría generado la reacción de los efectivos. "Fue la bronca porque no quise leer ni firmar el acta", aseguró.
Por ese motivo, el hombre fue llevado hasta la Comisaría Séptima y el auto radiado. Allí le volvieron a decir que firmara el acta pero se negó y lo metieron "en un cuarto" que no tenía cámaras. Allí le habrían propinado la fuerte golpiza, tras esposarlo con los brazos hacia atrás.
"Lo único que quería era defenderme, pero no podía. Fue un momento horrible", recordó destacando que fueron entre 3 o 4 los que ejercieron ese grado de violencia que implicó golpes en la cara y en el cuerpo. Producto de la agresión cayó al piso y le habrían seguido golpeando con patadas. Una de estas le dio en el oído que le provocó una supuración por más de tres días.
"En ese momento vi que entró alguien y cerró la puerta pero vi los pies y de espalda", recordó destacando que sabía que había otra persona en una oficina pero no sabe quién era.
"Espero que se haga justicia", finalizó.
