En junio de 2018, el jugador sanjuanino David Araya del Club El Globo fue agredido con golpes de puño y patadas por dos jugadores de Defensores Argentinos cuando se desarrolla la fecha 10 de la Primera B Local.
El joven quedó internado por las consecuencias que le propiciaron los golpes de puño y patadas en la cara provocándole fractura de tabique en tres partes, fracturas de pómulos derecho e izquierdo y golpes de gravedad en sus dientes.
En este caso, el chico pasó por operaciones y su tratamiento médico fue extenso. "Estamos en la parte de mediación facultativa ya que David continúa con incapacidad. En su tratamiento, si bien recibió ayuda económica, también debió poner dinero de su bolsillo ya que la operación era urgente porque no podía respirar", contó su abogada defensora Filomena Noriega a Diario La Provincia SJ.
Los profesionales del tribunal médico le indicaron 40 días sin jugar por incapacidad, debido a la gravedad del asunto. Sin embargo el chico no volvió a probarse con la pelota ya que continúa con secuelas por los golpes.
"Queremos que estén los directivos de la Federación de Fútbol de San Juan además de los dirigentes del Club Defensores Argentinos. Queremos que le paguen indemnización por el daño proporcionado, todavía no tenemos el monto total definido", indicó Noriega.
El caso
El hecho ocurrió el 16 de junio de 2018 cuando Defensores Argentinos y El Globo se midieron por la fecha 10 de la Primera B y todo terminó en una extrema violencia entre los mismos futbolistas.
David Araya de sólo 25 años debió ser protegido y atendido por sus compañeros cuando los dos jugadores del club rival lo golpearon brutalmente tras ser expulsados del campo de juego, cuando el encuentro iba 4 a 4. A David le pegaron piñas y patadas en la cara provocándole fractura de tabique en tres partes, fracturas de pómulos derecho e izquierdo, golpes de gravedad en sus dientes.
Ante esto, la abogada Filomena Noriega pidió la intervención del Tribunal de Pena y de manera urgente de la Federación del Fútbol de San Juan para que tome medidas contra el otro equipo y contra los jugadores que habrían propiciado la agresión.
Al final cada jugador se fue a su casa sin ser detenido porque no hubo denuncia policial en ese momento ya que Araya estaba internado. Luego, y tras recibir el alta, sí la radicó y la letrada trabajó por la detención de ambos.
