Gonzalo Araya, de 21 años, está imputado por el delito de homicidio culposo con el agravante de manejar en estado de ebriedad, por atropellar a Nelson Carrizo, un trabajador de 43 años que iba a trabajar en su moto. El siniestro ocurrió en Albardón y el motociclista falleció en el acto por un impacto frontal.
El joven declaró ante el juez Juan Pablo Ortega del Primer Juzgado Correccional y su defensa presentó un pedido de eximición de prisión. El magistrado denegó la solicitud debido a que recibió las pruebas de criminalística y el factor de exceso de velocidad al volante fue determinante.
"Tengo en mi poder el expediente para valorar la prueba. Al resultado positivo en el test de alcoholemia se le suma un agravante devenido del informe que entregó Criminalística. Es que tras las pericias planimétricas y de escala, que definen cómo realizó el trayecto hasta que embistió a Carrizo, hubo "culpa temeraria". En los próximos días daré a conocer cómo continúa la causa", señaló el magistrado en Estación Claridad.
De manera que Araya está imputado por homicidio doblemente agravado, por exceso de alcohol en sangre y por culpa temeraria.
Araya junto a tres amigos (entre ellos, el titular del auto) regresaban de una noche de boliche en Angaco cuando el viaje se interrumpió de manera fatal. Atropellaron a Carrizo, que iba a trabajar en su moto a la fábrica de galletitas Tía Maruca, en Albardón y por la violencia del impacto murió en el acto. El resultado del test de alcoholemia complicó su situación: tenía 1,24 miligramos de alcohol en sangre.
