El caso de las tres nenas cauceteras que desaparecieron por más de 24 horas y que movilizó a todas las fuerzas de seguridad para encontrarlas, no contó con la denuncia de la madre sino de una vecina. Según informaron fuentes policiales, todo se originó a partir de un llamado al 911 de una vecina que habría dicho que las nenas eran víctimas de abusos. En Comisaría 9na se inició una causa penal para establecer el paradero de la menor.
En este escenario, la misma mamá de las mellizas de 6 años y de la nena de 8 años de edad, Marta Pelayers, confirmó la información policial y dijo que sabe qué vecina denunció pero no sabe porqué lo hizo.
"Es raro que los vecinos hayan puesto la denuncia. Creo que no aparece por lo que hay tanto movimiento", aseguró la mujer minutos antes de que se conociera la noticia de que las menores fueron encontradas en calle Colón y Caseros en el departamento.
De acuerdo a lo indicado por la mujer, este hombre de apellido Ortiz y más conocido en la zona como "El Chingolo" no era familiar sino que le decía sobrino por cariño. El hombre estuvo con ella y le "ayudó en todo". Por esa confianza es que le dio a sus tres hijas para que se las llevara y pasara la noche donde él vivía.
"Me dijo 'prestemelas tía para llevarlas y mañana temprano se las traigo'", aseguró la mujer quien dijo que él le tenía miedo a la policía porque la madre siempre lo asustaba con que se lo iban a llevar si se portaba mal.
"Siempre las cuidaba y nunca les faltó el respeto, las llevaba a la escuela y las traía. Yo no hice ninguna denuncia y no se qué han dicho de él", finalizó la madre de las nenas quien consideró que él "siempre fue como de mi familia" y que "las nenas lo querían".
