Tras quedar detenido por la causa de Brenda Requena, su esposo Diego Álvarez presentó ciertos brotes psicóticos estando detenido en la Central de Policía. Después del hallazgo de restos óseos calcinados, el hombre sólo preguntó por sus hijos y mostró comportamientos anormales, como "si estuviera poseído".
"Continúa detenido en los calabozos de la Brigada de Investigaciones y diariamente es examinado por un médico legista, quien determinó que hasta en momento y prestando atención a su situación psico física puede continuar detenido", aseguró el jefe de Policía de San Juan Luis Martínez a Diario La Provincia SJ.
Según se conoció, Álvarez presentó brotes agresivos cada vez que los policías quisieron comunicarse con él. Desde entonces y bajo atención médica, el hombre permanece estable psíquicamente.
"Hay días en los que se encuentra decaído anímicamente, pero fuera de eso no se observaron otras conductas anormales. Álvarez es asistido por familias como cualquier otro detenido", aseguró Martínez.
Trascendió que profesionales del Laboratorio Forense regresaron esta semana a las hondonadas en las que se hallaron los restos óseos por pedido del magistrado. En tanto, Álvarez, que aún no tiene abogado defensor, pregunta cuándo volverá a ver a sus hijos.
