Investigación

"No va a ser mi niña; esto no puede ser": la desesperación de la mamá de Brenda

La mujer estalló en llanto cuando le avisaron que habían hallado restos óseos que podrán ser de su hija, muy cerca del lugar en el que la vieron por última vez.
miércoles, 17 de julio de 2019 11:28
miércoles, 17 de julio de 2019 11:28

Las palabras de Margarita, la mamá de Brenda, en la noche en la que hallaron restos óseos, cuando se realizaba el rastrillaje en la zona de El Villicum, conmueven y estremecen. Desconcertada y espantada, la mujer sigue con esperanza que no se trate de la joven mamá.

"No tienen certeza todavía pero estoy que no creo. No va a ser mi niña. Yo tengo la esperanza pero no sé. Esta mañana (por ayer) vinimos para acá buscándola. Dejo la moto en un lado y me voy para la continuación de un río que está acá y baja el suegro de ella: "el vidente ha dicho que está por acá, que está bien, viva y deshidratada". Me dio una esperanza que me la llevaba a casa", manifestó a noticiero Telesol.

Además, dio detalles sobre la búsqueda que los familiares encararon y las falsas noticias que recibían. "Anduvimos por todos lados, subiendo y bajando esas enripiadas y nada. En ningún momento nada. Ella no tenía teléfono. Le regalé dos teléfonos nuevos y se los daba a los niños para que jugaran. Le decía: "Brenda, yo necesito saber de vos". "Bueno, mami", me decía. Yo le advertía que no se lo diera a los niños; necesitaba saber de ella", señaló y expresó que no sabía si el esposo de la joven no la dejaba tener celular.

"Nos decían algo y allá íbamos con la esperanza de verla, de encontrarla y después nos bajaban de un hondazo. Ella nunca se separaba de sus hijos; nunca. El chiquito se dormía agarrándole el pelo. Yo en joda le decía que el niño le lavaba la cabeza todos los días", decía entre lágrimas.

De los chicos, agregó que "los vi ahora (por ayer) y me saludaban con la manito. Uno de ellos se parece mucho a Brenda y pregunta por ella. Escuchaba que los policías la llamaban y preguntaba por qué la estaba buscando la policía. Tiene 6 añitos y es muy vivillo. El otro es un cuete (sic)".

"La familia de él la agredía. Le bajaban a golpes y palazos la puerta. No la querían; le querían pegar. De eso me enteré después. Él (por el esposo de Brenda) nunca le hizo nada. Eran la madre, la hermana y la tía. Ellas la atacaban. Nunca supimos que Diego le pegara", sentenció. 

  

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