Guadalupe Andrada, la mujer condenada a cinco años de prisión por asesinar a su marido Pablo Ojeda en legítima defensa, recibió una brutal golpiza en el Servicio Penitenciario Provincial. El hecho se habría dado el fin de semana de manos de cuatro internas que la dejaron con una importante cantidad de hematomas.
De acuerdo a lo indicado por su abogada, María Noriega, las internas la golperaron con piñas y patadas por lo que terminó siendo asistida por los médicos. "La golpearon y la atendió el personal médico del Servicio Penitenciario. Tiene cuatro hematomas. Le pegaron en el piso y por eso presenté un Habeas Corpus", explicó la abogada en radio Sarmiento e indicó que en ese momento la mujer no se encontraba con su pequeña hija porque ésta había sido retirada por su madrina para pasear.
La abogada pidió que la cambiaran a otro sector del Servicio Penitenciario Provincial para resguardar su salud. "Guadalupe sufrió una golpiza brutal y gracias a Dios el Servicio Penitenciario actuó para resguardar la integridad física y psicológica. Ahora le hacen curaciones por los hematomas de la golpiza", agregó destacando que las internas en cuestión "siempre buscan grescas y peleas" y no descartan que "haya tenido algo que ver la familia de Ojeda".
Ahora el personal del penal debe responder sobre qué pasó en ese momento y por qué no la salvaguardaron en su debido momento. "La justicia se expresó que fue por legítima defensa. Sin perjuicio de ello, hubo un descontento de la familia del fallecido", señaló.
