La historia de Yamila Pérez estuvo atravesada siempre por el dolor. La joven vivió gran parte de su vida con Norma Allende quien fue su mamá de corazón. Su mamá biológica, Marcela Pérez se fue a vivir a San Luis hace 13 años donde rehizo su vida, tiene otros nueve hijos y trabaja en un merendero municipal. A diez meses de la muerte de su hija, la mujer rompió el silencio y pidió ver a las nietas, hijas de Yamila.
"Se hablo mucho de mi, gente que no me conoce habló, ellos me pegaron y me quitaron a Yamila", aseguró Marcela en Radio del Sur y luego indicó que se siente en condiciones de tener a sus nietas.
"Desde la justicia nadie me dice donde están las nenas", agregó sobre las hermanitas de 7 y 9 años que al principio circuló que estaban con la familia del padre y cuya tenencia fue sacada de Yamila por su adicción a las drogas.
La última vez que Marcela había tenido contacto con los niños de Yamila fue hace dos años, antes de que la justicia decidiera quitárselas por su adicción.
El aberrante crimen de Yamila ocurrió en junio del 2018. El cuerpo de la mujer fue encontrado en El Mogote, Chimbas, en condiciones de mutilamiento, sin sus brazos precisamente porque en uno de estos tenía un gran tatuaje. El asesino además le sacó el pellejo de la cara incluso parte del cuero cabelludo.
