Uno de los casos que conmocionó a San Juan aportó un nuevo dato que complica la situación de los detenidos. De acuerdo a fuentes judiciales, el estudio de ADN practicado al bebé fallecido tras la interrupción del embarazo practicada a una menor de 11 años resultó positivo al cotejarse con muestras de sangre de su padrastro.
Con ello, se complica la situación del hombre que fue detenido tras la denuncia de una docente ya que su pareja se negó a hacerlo y por ello, también fue apresada. El juez del Primero de Instrucción, Benito Ortiz había ordenado que se practicara el estudio a material genético extraído al bebé para obtener una prueba irrefutable de su responsabilidad.
Aunque aún no declaran, también se lo evalúa a él y a su pareja para saber si están concientes de la gravedad del delito y si hubo complicidad de la madre o estuvo amenazada para permitir las vejaciones a la nena. Aún no se conoce si la hija de ambos, de 5 años, también atravesó situaciones de abuso. Sólo se sabe que no fue accedida carnalmente.
La figura que podría imputársele es la de "abuso sexual agravado, con acceso carnal" y será notificado de la imputación en los próximos días.
