La docente Daniela Bilbao se recupera en internación domiciliaria de las múltiples lesiones que la dejaron en estado grave, tras ser embestida por Jorge Caballero, cuando ella quería bajar a su pequeña hija del auto que había estacionado frente a su nueva casa en Rawson. Su defensa cuestionó que las condiciones en las que se liberó al hombre, que se fugó y presentó cuatro días después en Tribunales, ya que sólo se tuvo en cuenta su palabra de no fugarse y entorpecer el proceso.
"Ella está evolucionando de una forma que sorprende y que las personas de fe pueden describir como milagrosa. Tiene un largo camino que recorrer en su tratamiento en internación domiciliaria", dijo el letrado que defiende a Bilbao, Juan Manuel Riveros a radio Estación Claridad.
"En cuanto a la causa hay dos variables: la Penal que sigue en la etapa de instrucción e investigación y se va a definir la prueba criminalística por la que se va a determinar, entre otras cosas, la velocidad a la que circulaba Caballero al momento del choque. Estamos a la espera de esos resultados y aunque desde la defensa del hombre se quiera resaltar que ella intentaba bajar a su hija por el lado de la calle, ese no es un elemento que haya predispuesto al siniestro", destacó.
Sobre Daniela, expresó que "tiene comprometida la parte digestiva, actualmente está con ese tratamiento. Ella sufrió múltiples fracturas y contusiones por todos lados. La recuperación es milagrosa y secuelas seguramente va a tener, no quedará igual que antes del accidente. Viene con una muy buena evolución, sin duda por la fuerza y la garra que tiene de la contención de la familia".
"A mi clienta el 17 de agosto la llevaron por delante, le cambiaron la vida de la noche a la mañana, se estaba muy mudar de vivienda y el vehículo no contaba con la reglamentación para poder circular. La pasó por arriba como si fuera una bolsa de basura, es más, el declara que cree haber impactado una bolsa. No contento con eso se da a la fuga y aparece a los cuatro días. Además de eso, no se le pueden hacer las pruebas de rigor. Creo que la conducta, por si sola, merece un reproche mayor y la jueza lo ha premiado al dejarlo libre bajo promesa de no fugarse; tendrían que haberle aplicado una caución económica".