El presbítero Walter Bustos llegó este lunes, minutos antes de las 11, hasta el edificio de Tribunales para presentarse ante el juez Ricardo Grossi Graffigna del Segundo Juzgado de Instrucción. En la ocasión, mantuvo la sonrisa en el rostro que siempre se lo caracterizó. En este escenario prefirió no emitir declaraciones a la prensa, guardó reserva de sus palabras.
El cura fue denunciado el mes pasado por el padre de uno sobrino de él de 15 años de edad al que se le realizó la Cámara Geselle. Producto de lo dicho por el menor ante los profesionales de ANIVI, el juez dispuso su detención. Luego, la semana pasada, se registraron dos denuncias más, de dos hermanos de 21 y 24 años de edad, que comprometieron la situación del hombre.
Este lunes, el presbítero de Angaco se sentó ante el juez para conocer las nuevas denuncias que recaen en su contra y su abogado Juan Bautista Bueno adelantó que podría abstenerse de declarar. Solo se sujetaría a escuchar lo que le diga el juez y luego, con orientación del abogado, se defendería en los próximos días con una declaración.