La defensa de Jorge Cruceño, el preceptor acusado del presunto delito de grooming hacia una menor de la escuela Santa María, hará una demanda explícita contra daños y perjuicios al padrastro de la menor por las lesiones ocasionadas después de la feroz golpiza.
"Una vez que mi cliente concluya con su licencia médica, al padrastro de la menor le iniciaremos una causa por daños y perjuicios, por las lesiones que le ocasionó. Sabemos que el hombre utilizó un objeto corto punzante, una "manopla", porque el corte que tiene en la cara no se realiza con solo pegar con el puño", dijo su abogada defensora Filomena Noriega, a Diario La Provincia.
Y contó que esta semana "le renovaron la licencia médica por diez días más, no está bien y es seguro que deba comenzar un tratamiento, tiene las pupilas dilatadas desde la golpiza y está con gotas".
En este escenario, la abogada también indicó que se hará un pedido especial a la ART ya que los considera responsables de los tratamientos y medicamentos que Cruceño necesita. "Deben hacerse cargo, la situación fue en el lugar de trabajo y allí mi defendido recibió los golpes", aclaró Noriega, quien no descarta que ante posibles respuestas negativas se comience con una demanda laboral.
Testimonio
Cristian Ochoa, el padrastro de una alumna de 15 años que asistía al colegio Santa María, se presentó ante el juez Benito Ortiz y dio su versión de lo sucedido. A través de su abogado defensor, había anticipado que declararía que actuó por impulso, ya que sintió que Cruceño se burlaba de él al sonreírle.
Ahora, resta saber cómo seguirá la causa por "lesiones graves" que se lleva en paralelo a la investigación por grooming, que tiene como imputado a Cruceño.
