Por "mensajes subidos de tono", el padrastro de una alumna de 15 años del colegio Santa María, en el barrio San Martín, agredió a un preceptor que terminó con puntos por un corte en su pómulo. Ahora, el caso llegó a la Justicia y la pericia a los celulares será un elemento clave.
De esa prueba saldrá uno de los elementos que complicaría al preceptor o dejaría sin efecto la denuncia realizada en ANIVI por parte de la madre de la menor, que desde Educación confirmaron que está contenida y asistida. En tanto, el agredido radicó la denuncia por la agresión y argumentó que no envió ningún mensaje por WhatsApp a la chica.
También, se aguarda la declaración de la menor en ANIVI para conocer si existió comunicación con el hombre y si existió abuso.
De acuerdo a lo indicado por la abogada Filomena Noriega, defensora del preceptor, "lo están acusando, la madre y el padrastro que propinó la golpiza feroz, de haber mandado ciertos mensajes subidos de tono con una alumna. Mi cliente desmiente esa acusación pero los padres de la chica dicen que son mensajes de índole sexual".
La causa está en el Primer Juzgado de Instrucción a cargo del doctor Benito Ortiz. El ministerio de Educación ya intervino a través de la dirección privada para determinar las responsabilidades.
En tanto, por la agresión, la causa quedó en manos del Tercer Juzgado en lo Correccional a cargo del juez Moine. Allí, la defensa del preceptor va a demandar por daños y perjuicios.
