sábado, 22 de agosto de 2015
14:22
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A comienzos de agosto del 2006, un accidente en Cuesta del Viento conmocionó a San Juan. Es que cuatro personas fallecieron luego de que su embarcación se hundiera producto de los fuertes vientos. La tragedia se suscitó luego de una competencia de pesca.
Pese a que ya pasó casi una década, todavía no hay una resolución de la demanda de las víctimas, aunque se espera que haya importantes novedades a fin de año. "Se presentaron muchas pruebas porque hubo muchos hechos, cuatro víctimas y cuatro juicios diferentes. En uno de los expedientes se clausuró la etapa probatoria y ya está para resolver. Pero hay dos juicios que siguen en etapa probatoria. La jueza decidió resolver todas las causas en la misma sentencia. Clausurada la etapa probatoria de este juicio, entendemos que a lo mejor este año podemos tener la causa a resolver, y con un poquito de suerte, a lo mejor, una sentencia en primera instancia”, contó a Diario La Provincia, uno de los abogados de las víctimas, Wbaldino Acosta.
Gracias a la intervención de Felipe Lamarucchi, un windsurfista, Leonardo Semeraro, logró salvarse. Sin embargo, es precisamente este juicio es el que más demoras está generando. "La semana pasada hicieron la pericia psicológica, porque a raíz del accidente una de las víctimas ha quedado con algunas secuelas de índole psicológica y psiquiátrica. Se trata de la persona que quedó viva, el señor Semeraro quien tiene trastornos de personalidad", aseguró el letrado quien también representa a Colchonero, viuda de Mafezzini y a Cardozo que es la viuda y madre de los Muro.
Con respecto a la suma millonaria por el que se solicitó la demanda, el abogado explicó que todavía no es fija. "El monto de la demanda está en alrededor de los 4 y 5 millones de pesos. Ese monto está dividido en rubros que se tienen que ir probando. Cuando se clausure la etapa probatoria, el juez tiene en cuenta lo efectivamente probado para que, si hay condena, se pueda cuantificar. Es un imperativo procesal poner el monto de la demanda pero muchas veces la condena es muy diferente a lo demandado. El daño es muy diferente en cada persona. Por ejemplo, el valor vida de una persona joven, empresaria es distinta a la de un abuelo de 80 años, jubilado. Es lo que potencialmente hubiese tenido la posibilidad de generar como recurso la persona fallecida. No es una ecuación sencilla de sacar y ni siquiera los jueces se han puesto de acuerdo con respecto al monto del valor vida", finalizó Acosta.