miércoles, 15 de julio de 2015
12:00
A medida que pasan las horas y los días, la hipótesis de robo seguido de muerte empieza a caer por tierra en el contexto de la investigación por el asesinato del minero Jorge Moreno. Lo que despertó la posibilidad de pensar que fue un crimen pasional es el testimonio de la viuda que no coincidió con pruebas recabadas en la casa de la víctima.
Según informó el juez Pablo Flores, del Segundo Juzgado de Instrucción, "hay huellas de sangre, que no se ha sabido explicar por qué están". "Si una persona está quieta, una gota de sangre forma al pegar sobre la superficie, una corona que cuando es vertical se abre equidistante y cuando está en movimiento tiene una determinada dirección que va hacia donde va esa persona. Aquí nos encontramos que hay en un lugar que conforme a todo lo que testimonió la testigo, nunca volvió el hombre herido, que es en la parte anterior de la casa. No tenemos una explicación coherente de por qué están esas gotas ahí y menos la corona", señaló el juez en Radio Colón.
Precisamente estas gotas que están en un lugar donde presuntamente no estuvo el muerto, son las que despertaron las sospechas y a partir de esto se está reconstruyendo la escena del crimen. "Gracias a Dios se está avanzando... se está reconstruyendo el día entero y van apareciendo testimonios de ruidos que llaman la atención", agregó Flores quien indicó que los vecinos escucharon un "estruendo más fuerte" y el tiempo que pasó desde ese momento hasta que la persona salió a fuera pidiendo ayuda "es muy amplio y despierta suspicacia". "Cuando son 15 minutos llama mucho la atención", subrayó.
"Si bien esto se presentó como un hecho de inseguridad, esa hipótesis ni en el que habla ni en la policía tuvo verdadero sentido. Siempre se sospechó que había algo distinto. Es una casa humilde, que no contradecía a las otras viviendas de la zona y el que entró pegó justo donde está la cerradura, no al medio de la puerta como suele ocurrir y eso ya denota que conocía el lugar", subrayó el abogado quien sentenció que "matar a una persona para llevarse un televisor no cerraba".
El doctor Pablo Flores es quien está a cargo del caso y la investigación está en manos de la Brigada norte, la Comisaría 17, la dirección de Homicidio.
El principal sospechoso
El comisario Raúl Córdoba de la Comisaría 17, explicó en Radio Sarmiento que la viuda "tenían varios enfrentamientos" con su esposo Jorge Moreno, presumiblemente por la aparición de un tercero. "El muchacho que apareció como amante (Luis Brizuela) es porque se identificaron números y llamadas que aparecían como una persona y eran otros", explicó el comisario quien subrayó que "se nota que tiene vinculación permanente" con la viuda a quien definió como una "adicta a la comunicación" vía celular y facebook.
"Toda pericia de telefonía tiene su demora... se está investigando 20 días antes del hecho", finalizó el comisario quien indicó que a Brizuela, la joven lo conoció cuando él trabajaba en el zanjeo de la Benavidez y "allí comenzó una relación. A los cinco meses tuvieron un problema y el jueves pasado hubo otro problema que desencadena la tragedia".