sábado, 2 de agosto de 2014
17:42
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Sucedió pasada las 15 horas de este sábado en una vivienda ubicada en el radio céntrico. La casa de un médico ginecólogo fue allanada por orden judicial y se encontró en el lugar a una madre de 35 años que estaba recostada en una camilla a punto de recibir un aborto.
Según informaron fuentes policiales, el médico de apellido Arrascaeta le había colocado un calmante para supuestamente iniciar el proceso de extracción del feto pero justo se llegó para evitar tal acción. En el lugar se encontró que el hombre además de la camilla tenía elementos quirúrgicos que fueron secuestrados además de 3 mil pesos que serían en concepto de pago del trabajo.
El hombre pertenecería al equipo médico del Hospital Rawson y cobraría 4.500 pesos por esta labor ilegal fuera del nosocomio.
Intervino la policía científica y hasta allí habría llegado gracias a la denuncia que realizó la hermana de la embarazada quien manifestó que la mamá no quería abortar pero fue su pareja la que la presionó para hacerlo.
Tras el hecho, la mujer fue trasladada al Hospital Rawson donde se detectó que ella y el bebé estaban en perfecto estado. El médico y la pareja de la mujer quedaron a disposición de la justicia del Primer Juzgado de Instrucción a cargo del juez Ortiz.