Sucedió el 27 de noviembre pasado. Un niño de diez años bajó por la puerta delantera de un colectivo y cuando cruzó la calle no advirtió que venía un auto y fue atropellado. Como consecuencia de los fuertes golpes murió en el momento.
A partir de ese día, la familia del pequeño lucha por justicia y para que la "inconsciencia al volante no siga". El abogado de la familia, Ismael Hidalgo, aseguró que por este caso iniciarán una demanda valuada en 12 millones de pesos destinada a la empresa La Positiva; al chofer del colectivo línea 41, Rafael Palacios; a la mujer que manejaba el auto Peugeot 205, Susana Toledo; y a la persona que estaba registrada como dueña de este último vehículo, Teresa Bacca.
"El 22 vamos a pedir que se citen a testigos presenciales que vieron cómo sucedió el hecho. Además hemos pedido que se le impute el delito de homicidio culposo por omisión", señaló Hidalgo en radio Sarmiento quien subrayó que se pedirá el cambio de caratula "para que se culpe al chofer del colectivo porque no lo atropella pero omite dar cumplimiento a las reglas de tránsito y por esa omisión es atropellado. Ese delito tiene prisión hasta de cinco años. Es un delito excarcelable".