Mientras sigue el escándalo por el accidente que protagonizaron dos efectivos de la Comisaría 10º por haber estrellado anoche una camioneta de la seccional contra un poste, se conocieron más detalles de su situación. Después de haberse comprobado que estaban en estado de ebriedad y fuera de su jurisdicción (el siniestro ocurrió en 9 de Julio), el jefe de Policía, Abel Hernández los suspendió y no percibirán su salario, además de haber entregado sus armas reglamentarias y credenciales.
Los efectivos, que tenían alrededor de 10 años de antigüedad en la fuerza, están complicados ya que no pasaron el examen de alcoholemia. Según se informó, el sargento ayudante Julián Daniel Ochoa y el oficial ayudante César Avila fueron sometidos a la prueba de alcoholemia que arrojó que tenían 0,69 y 1,58 miligramos de alcohol por litro de sangre.
Según manifestó Mauricio Solano, subsecretario de Inspección y Control de gestión de la Seguridad Pública, "dejaron sin una camioneta al departamento de 25 de Mayo, tenemos afectados dos efectivos de la comisaría y por la gravedad del hecho, el juez aconsejó al jefe de policía que se determinara una suspensión de los efectivos, que se les quite el arma y se les retire el arma reglamentaria y que no cobren sus haberes. Ahora, Gendarmería Nacional está haciendo pericias a la camioneta y las entregará la semana próxima".
La sanción para los policías puede ir aún más allá ya que, si el sumario administrativo no es favorable, deberán pagar los daños que ocasionaron al vehículo y podrían ser exonerados de la fuerza.
