Tiene apenas 16 años y todas las miradas caen sobre ella. El sábado a la mañana una noticia estremecía a los sanjuaninos. Una anciana de 86 años, identificada como Marcela del Rosario Riveros, fue apuñalada en su cama mientras dormía y la primera hipótesis que sobrevoló fue la de un asalto. Sin embargo, con el paso de las horas esta versión comenzó a caer y otra tomó más fuerza: la nieta habría asesinado a su abuela.
Sucedió en la Villa Ross en Chimbas. La versión del robo llegó de la misma boca de la nena. La adolescente le habría contado a la policía que alrededor de las 7 de la mañana, cuatro hombres ingresaron a su humilde casa por una ventana trasera y habrían increpado a la anciana para que le diera su pensión. Ante la resistencia de ella, le habrían tapado la boca y comenzado a acuchillarla. En ese momento la joven habría entrado a la habitación y visto a uno de los ladrones que luego huyeron sin llevarse nada.
Sin embargo, esta versión contó con varias contradicciones y después de constatar que no habían forzado ninguna ventana ni puerta y que la casa no estaba revuelta (propio de un robo) comenzó a cobrar fuerza otra hipótesis, la peor.
Según señalaron fuentes policiales a Diario La Provincia, todo indicaría que la adolescente fue la autora del crimen y no se descarta la ayuda de otra persona que podría ser el novio. Sin embargo, todo indicaría que fue ella sola y en el momento que la abuela dormía.
La versión brindada por los uniformados indica que alrededor de las 6 de la mañana, la joven se habría levantado e ido hasta la habitación de su abuela. Cuando vio que dormía se habría dirigido a la cocina y buscado un cuchillo tipo Tramontina y habría vuelto al dormitorio. Una vez allí, habría comenzado con su cometido: asesinar a su abuela.
En medio del tormento, el cuchillo se le rompió y fue hasta la cocina a buscar otro. Cuando regresó siguió con su trabajo hasta dejarla agonizando. Luego escondió una de las armas blancas debajo de un colchón y el otro entre la ropa de la víctima, dentro del ropero.
Luego habría alertado a la pareja de su abuela, Juan Guillermo Rosales (87 y que vivía en una habitación del fondo) de que la anciana estaba moribunda porque unos ladrones intentaron robar. Inmediatamente la llevaron al Hospital Rawson pero falleció promediando las 8 de la mañana.
La nieta fue llevada a declarar, como única testigo, a la Central de Policía. Allí quedó retenida y pasó la noche hasta que se aclare la situación. Su novio fue llamado a declarar a la Comisaria 26 y de igual modo quedó a disposición de la justicia.
De fortalecerse la hipótesis del asesinato en manos de la nieta, se investigan cuales fueron la causas aunque la teoría ronda entorno al "hartazgo" que la chica tendría de su abuela por el alto control que ésta ejercía sobre aquella. "No la dejaría fumar ni mantener relaciones", informaron fuentes policiales.
La causa quedó en manos del juez Jorge Toro y la abuela en manos de la justicia para la autopsia. Los cuchillos fueron secuestrados y se indicó que uno era tipo Tramontina común y el otro tipo de carnicero. Al momento de encontrarlos, uno tenía el mango quebrado por lo que todo indica que por eso el o la asesina recurrió a un segundo cuchillo para terminar su trabajo.