Cómo habrían sido las últimas horas de la adolescente asesinada

Era una salida normal, como una de las tantas que hacía con sus amigos y amigas. Pero esta vez el final fue el peor, el que menos se pensaba. Fuentes judiciales contaron a Diario La Provincia cómo habrían sido las últimas horas de vida de Celina Rocío Mancuso Villalón, la joven que fue encontrada el sábado a la mañana en Pocito brutalmente asesinada.

Según los datos aportados, la adolescente de 16 años se habría juntado el viernes a la medianoche con dos amigas y cuatro chicos con quienes frecuentaban desde hace tiempo, entre ellos un amigovio que tenía Rocío identificado como F.F. (iniciales del nombre y apellido). El grupo entero habría concurrido a un bar de Rawson donde comieron empanadas con cervezas hasta altas horas de la madrugada. La juntada fue divertida y sin alteraciones algunas. 

Promediando las 5 de la madrugada, F.F se habría ofrecido a llevar a cada uno de los chicos a sus casas, incluida Rocío. De acuerdo a la información brindada por la fuente judicial, al final ambos se quedaron solos en el vehículo Renault gris.

Alrededor de las 6 de la mañana, y en una conversación de la que aún no se conocieron los términos, ella le habría confesado a él que se estaba enamorando de un amigo apodado el Hueso y por ende quería cortar toda relación con él. Ese hecho habría motivado la ira del joven quien aseguró que vivió momentos de muchos celos y rabia. Como consecuencia él la habría atacado brutalmente y la terminó ahorcando.

Luego habría arrojado el cuerpo en la cuneta de calle 8 entre Lemos y Mendoza donde luego fue hallado de la mano de efectivos policiales. Según los primeros trascendidos, el chico finalizado este hecho quemó el tapizado de algunos asientos del auto para eliminar cualquier rastro del homicidio. Y se dirigió a la casa de la tía de la novia oficial que tiene él que es en el barrio Natania 8. Allí el domingo fue arrestado y llevado a prestar declaración donde el joven habría confesado cómo fue todo y dónde estaban las prendas que faltaban como una zapatilla blanca que el cuerpo de Rocío no tenía cuando se la encontró. Además en el relato, el hombre aseguró que se le "fue la mano" y que no quiso matarla. 

Desesperada. Así estaba la madre de Rocío quien cuando se enteró de que habían encontrado el cuerpo de una jovencita muerta en Pocito, pensó lo peor. Era el mediodía y su hija no llegaba a casa. Cada vez que le llamaba a las amigas con las que había salido, éstas le decían que la chica estaba bien que no se preocupara. Las amigas, con un relato inocente, encubrían a Rocío porque creían que la adolescente estaba con su amigovio y no querían que los interrumpieran. Según lo aportado por fuentes policiales, más de una vez la chica llegaba tarde a casa y sus amigas la cubrían. Por eso, recién empezaron a pensar lo peor cuando no se podían comunicar con ella y ya era la tarde del sábado.

Después de que la madre les pidiera al grupo de amigas que le dijeran la verdad, vino lo peor. La mujer fue de inmediato a la comisaría Sexta a poner la denuncia y le dieron la noticia de que una chica con las mismas características aportadas por la madre, estaba en la morgue judicial. 

Pasada la medianoche, se dirigieron hasta este lugar y pudieron confirmar que se trataba de Celina Rocío Mancuso Villalón.

El sábado 29 de septiembre, pasada las 11, un policía que realizaba una recorrida por la zona, de calle 8 entre Lemos y Mendoza, advirtió que un transformador de energía estaba volteado en el piso y decidió acercarse para verificar la situación. Al rastrillar el lugar descubrió el cuerpo de una adolescente semi-sumergido en una acequia e inmediatamente se comunicó con sus superiores.

El jefe de policía José Luna comentó que el rostro de la joven presentaba golpes, una fuerte lesión en la cara con una gran falta de piezas dentarias, síntomas de ahorcamiento y sus manos estaban llenas de sangre, por tal motivo se cree que ella intentó defenderse de su agresor. La víctima vestía una campera negra, zapatillas blancas y su jeans estaba bajado. Además presentaba dos tatuajes uno de ellos que decía "Gaby” en el vientre y otro en el cuello con dos letras góticas.