Para Balverdi, el hombre que decía llorar sangre es "peligroso"

"Consideramos que podía ser peligroso para la salud de la población". Con estas palabras, el ministro de Salud Pública aseguró en Radio Sarmiento que la detención de Fabricio Fernández se debió por una necesidad de protección de la sociedad. Es que según el funcionario, el hombre de 32 años posee una serie de patologías psiquiátricas y perturbaciones psicológicas que llevarían a decir o hacer cosas en la gente que no son apropiadas.

 

Fernández, quien se hacía llamar Juan Pablo en honor al ex sumo pontífice, estaba bajo tratamiento pero "lo abandonó y no volvió nunca a las consultas”. Lo peor del caso es que además tendría una enfermedad en la sangre y muy contagiosa que si sigue en contacto con la sociedad bajo esta idea de sanación podría llegar a provocar "un mal mayor".

 

"Al hablar de sangre y que a través de ella podía curar, entendimos que podía complicar a otros y era necesario tomar medidas para proteger a la gente”, finalizó.