miércoles, 19 de junio de 2013
19:31
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"Se encontraron con una persona muy asustada, muy decaída por la situación que está viviendo”. Esa fue la única descripción que hizo Pierri sobre la impresión que sus colaboradores se llevaron del encuentro con el portero del edificio de la calle Ravignani donde vivía la joven asesinada.
El letrado dijo que ahora se abocará a "estudiar la causa” y adelantó que probablemente la semana que viene pida una ampliación de la declaración indagatoria.
"Todo lo que tiene la causa hasta ahora es el acta testifical de la mención que supuestamente hizo Mangieri en cuanto a que se autoincriminara, y nada más. Es la única pieza que tiene además de las pruebas que se han colectado en su momento”, explicó. Y precisó que el hombre se encuentra imputado "en la sospecha de homicidio con el grado de autoría”.
Tras comentar que la investigación se encuentra ahora a la espera de los resultados de las pericias, Pierri estimó que, según los tiempos procesales, el juez debería definir la situación procesal de su defendido antes del 2 de julio.
Por último, Pierri evitó referirse a la versión de Mangieri acerca de que las heridas que presenta en su cuerpo fueron producidas por actos de tortura ocurridas en un presunto cautiverio del que habría sido víctima antes de su detención.