Sucedió en el Barrio Uruguay de Concepción. Tres hermanitos de 8, 6 y un año de edad se encontraban solos en su casa cuando la policía llegó al lugar tras un llamado de alerta de los vecinos al 911. Los niños lloraban en la ventana y una mujer que vive a pocas casas no pudo con su indignación y pidió a la policía que interviniera ya que no sería la primera vez que ocurrió el hecho.
Así fue como pasada las 10, efectivos llegaron al lugar y al preguntar por la madre, los niños dijeron que había salido anoche pero que aún no llegaba. Según lo señalado desde la Motorizada N°1, los uniformados debieron violentar la puerta para entrar y una vez en su interior se encontraron con un triste panorama. Sobre la mesa sólo había mate cocido, pan y mucho desorden y tierra. Pero lo peor fue el fuerte olor a gas que salía de la cocina, que cuando llegaron se encontraron que una hornalla estaba abierta.
Después de que la policía se dispuso a llevar a los niños a la Comisaría del Menor, se presentó la madre en la casa pidiendo explicaciones. La mujer adujo que salió a trabajar pero que no dejó solo a los chicos sino con una sobrina que no sabía dónde estaba y que en ese momento no podía localizar.
El caso continuará ahora en manos de dicha comisaría y se espera la intervención en las próximas horas de Desarrollo Humano.
