jueves, 10 de octubre de 2013
08:32
jueves, 10 de octubre de 2013
08:32
Un empresario de 58 años recibió una llamada en su teléfono, pasada la medianoche, indicando que su hijo de 35 había sido secuestrado y que para volverlo a ver debía pagar 10 mil pesos. La desesperación abordó al padre que inmediatamente llamó a su hijo sin tener respuestas.
Al no contestar el teléfono, el hombre pensó que la llamada que él había recibido era real y se dispuso a juntar el dinero junto a su familia para luego dirigirse al lugar donde se concretaría el "intercambio".
El lugar de encuentro sería el barrio Los Andes, en Chimbas. Hasta allí llegó a plena noche con su maletín y a la espera de que apareciera la persona con la que había hecho la negociación. En el lugar un móvil de la Motorizada daba vueltas y vio a este hombre en una situación sospechosa. Los nervios de esta persona fueron lo que alertaron a los efectivos que se acercaron a él para interiorizarse sobre lo que pasaba.
El hombre, con una notoria angustia, expresó que había recibido una llamada diciendo que su hijo estaba secuestrado. Comentó que no se pudo comunicar con él y por ende pensó lo peor.
En ese momento se dio aviso al Comando Radioeléctrico, la seccional 17 y las Motorizadas 1, 5 y 6 que tras rastrillar se encontraron con dos jóvenes que estaban escondidos y atentos a los movimientos del hombre.
Después se constató que el hijo del empresario estaba en su casa descansando.
El comisario Paez desde la Seccional 17 señaló que lo mejor que se puede hacer ante un caso de secuestro express es cortarle a los malhechores y tratar de contactar a la supuesta persona secuestrada. Además recomendó que se hable con los hijos para que estos, sin importar la circunstancias, atiendan siempre el teléfono.
"Generalmente esta gente utiliza un chip que luego tiran fácilmente y compran otro por cinco pesos", finalizó Paez.
