Por Raúl Moreno. Contador Público.MBA
Pocas cosas pasan en nuestro país durante un fin de semana "largo”, sin embargo aunque sean días calmos y quietos, hay consecuencias prácticamente imperceptibles, que terminan perjudicando la productividad de nuestros productos.
Los festejos conmemorativos muestran ante el mundo "la vitalidad y capacidad de nuestra nación como sociedad democrática, pluralista y orgullosa de sus mejores tradiciones y valores” según rezan los considerandos esgrimidos en nuestra legislación.
Argentina, con 19 feriados al año (durante los años 2012 y 2013) se ha convertido en el país de la región con mayor cantidad de feriados y está en el noveno puesto a nivel mundial. Este año también el calendario es bastante generoso en días feriados y días no laborables, con 16 feriados más 2 feriados puentes obligatorios por ley, lo que nos da un total de 18 feriados nacionales.
Pero no hemos llegado hasta este lugar de privilegio en forma automática, para hacerlo nuestros gobernantes han tenido que aprobar leyes y emitir decretos que consagran nuevos días feriados. Por ejemplo, hemos creado dos categorías de feriados, los inamovibles que se festejan el día que caen y los trasladables que transforman en feriado a un día cualquiera y nos aseguran contar con fines de semana largos. Pero eso no es todo, también hemos sumado al calendario festividades que no son enteramente nuestras como el feriado de Carnaval, equiparando nuestro calendario al de Brasil donde ese festejo es verdaderamente tradicional. Se han creado nuevos feriados como el "Día nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia” que es el 24 de Marzo y también el 8 de Diciembre (Día de la inmaculada concepción de María) que antes era un día no laborable.
Por último, el decreto 1584 de 2010 instituyó otro tipo de feriados, los "feriados con fines turísticos” pensados con el noble objetivo de disminuir los "efectos negativos de la estacionalidad del sector turístico”.
Sin embargo, los días feriados no son gratuitos, conllevan sus costos, es difícil determinar con exactitud el dinero que el país deja de producir un feriado pero, para hacer un número rápido, podríamos convenir en dividir el PBI por la cantidad de días hábiles.
Para las empresas representan un sobrecosto, un aumento del costo salarial que en el mejor de los casos atenta contra la productividad pues debemos competir con países que no son tan afectos a conmemorar paralizando sus actividades.
Los comerciantes se debaten entre abrir o no abrir sus puertas, muchos abren con la esperanza de recuperar las ventas perdidas exponiéndose a sanciones, que no siempre son sólo económicas sino también llegan hasta "escraches” sindicales, por hacer trabajar a su personal.
Uno de los argumentos que se suelen esgrimir en la Argentina para incrementar el número de feriados con la excusa que mientras más feriados, más desarrollo del turismo lo que es una gran falacia. Una familia tipo tiene un ingreso acotado, podrá vacacionar unos 15 días al año, si le agregamos más feriados no significa necesariamente que podrá vacacionar más días, porque la restricción está en su presupuesto y no en la cantidad de días.
Los costos fijos de un negocio como el alquiler y los sueldos inciden en forma directa en la rentabilidad de las empresas, que deben compensarlos con mayor actividad en los días hábiles.
Los trámites en el sector público, los trámites bancarios o las clases escolares se congestionarán al tener que efectuarse en menos días hábiles.
En países como Suecia siguen la regla que para crear un feriado deben eliminar otro ya existente, tal vez, deberíamos adoptar algunas de estas reglas para nuestras conmemoraciones.
Lo cierto es que lo que transformó realmente nuestro país fue el trabajo de nuestros antecesores y ellos no tuvieron tantos feriados.