Por Raúl Moreno. Contador Público MBA
Más de 30,5 millones de argentinos están habilitados para votar hoy en las segundas elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que se desarrollan en el país en esta nueva etapa democrática.
Durante varios días los electores han podido escuchar las propuestas de los candidatos a ocupar una banca legislativa, las que han tenido ejes muy marcados.
Por un lado, la campaña del oficialismo se ha centrado en mostrar los avances principalmente en leyes que reconocen derechos a minorías, pero ha obviado referirse a la economía. Esa decisión es bastante lógica, porque es de suponer que las medidas económicas que deberá tomar el gobierno una vez superadas las elecciones, no serán para nada populares.
Por el contrario la oposición ha centrado su propuesta electoral en destacar los problemas económicos por los que atraviesa el "modelo”. Así, INDEC, inflación, ganancias y dólar han sido las palabras más pronunciadas por la oposición durante la campaña.
Lamento tanto que esto tenga que ocurrir, porque debates más importantes han sido desplazados por lo urgente, y más que por lo urgente, por lo básico. Es como cuando uno se encuentra fuera del camino y necesita volver a retomarlo para poder avanzar. Nadie duda que estando fuera del camino no podemos avanzar, lo que sucede es que alcanzar el camino sería apenas volver a la normalidad.
Desde la grosera intervención del INDEC que ya lleva más de 6 años, hasta el ansiado 82% móvil para los jubilados, pasando por las injustas retenciones en el impuesto a las ganancias que sufren cada vez más trabajadores y jubilados y la inédita prohibición de disponer libremente del fruto de nuestro trabajo, son situaciones actuales que están paralizando la economía y espantando inversiones.
El INDEC no es un tema menor, el Estado no puede mentir, en cualquier país sería por sí sólo una causa grave de atentado contra la República. Recuerdo empresarios chilenos que me preguntaban dónde podían conocer con veracidad la inflación actual de la Argentina.
Los trabajadores hoy son los grandes contribuyentes del impuesto a las ganancias. Aunque contribuyente no sea la palabra adecuada, porque contribuir con algo alberga una acción de voluntad propia que en este caso se encuentra ausente.He podido ver personalmente cómo las retenciones de ganancias se llevan hasta 4 sueldos anuales de un trabajador, tal vez, la prueba contundente de una situación confiscatoria distante de los principios básicos de la tributación.
La Argentina espera por estos temas económicos y por otros, que significarían simplemente retornar al camino o volver a la normalidad. Hasta que esto no ocurra seremos meros espectadores de los avances ajenos.
