Futuro incierto

Desde el punto de vista político, el resultado de las elecciones nacionales alteró el mapa político de Argentina, son varias las fuerzas que se anotan en la carrera que nos llevará hasta las próximas elecciones del 2015.
domingo, 17 de noviembre de 2013 00:29
domingo, 17 de noviembre de 2013 00:29

 Por Raúl Moreno. Contador Público. MBA

 Se acerca el fin de año y ya podemos confirmar que algunas cosas van a distinguir al 2013 en la economía. A nivel mundial, recordaremos al 2013 como el año en el cual comenzó la recuperación de las economías centrales luego de la crisis del 2009. A nivel local, sin embargo, lo recordaremos como el último año en el cual la minería representó un pilar importante en la economía de San Juan, ya que, es un secreto a voces que a mediados de Diciembre se paraliza el mayor proyecto de la provincia y a nivel nacional, este año que se va es el último año de dólar barato, compras al exterior subsidiadas, viajes y pasajes subsidiados, etc.

Desde el punto de vista político, el resultado de las elecciones nacionales alteró el mapa político de Argentina, son varias las fuerzas que se anotan en la carrera que nos llevará hasta las próximas elecciones del 2015.

Además, sea cual fuere la evolución de esas fuerzas, los años que quedan hasta la elección presidencial son los últimos dos años del gobierno puramente kirchnerista, ya que aunque el Frente para la Victoria vuelva a vencer en las elecciones del 2015, quien gobierne ya no portará el apellido Kirchner y éste no es un hecho menor, porque su compromiso con "el modelo” no será dogmático.

Lamentablemente para estos dos últimos años, el gobierno ha acumulado una serie de problemas económicos que marcarán su agenda, ya que no podrán pasar tanto tiempo sin intentar encontrar una solución al déficit fiscal, al déficit de Balanza de Pagos, al déficit energético, la brecha cambiaria y a la inflación, por citar algunos.

 El tránsito económico de estos dos años,  bajo la luz del escenario que acabamos de graficar, está caracterizado por un marco de alta incertidumbre para las empresas. Tenemos así varios interrogantes propios de un futuro incierto. En primer lugar, una vez recuperada la presidenta se espera ansiosamente saber cómo enfrentará el gobierno nacional los problemas más importantes.

Si bien el gobierno ha dicho que no va a devaluar, en tan sólo los primeros quince días de Noviembre, el peso se devaluó un 1,42% con relación a la moneda norteamericana, triplicando el ritmo de la inflación oficial.

Por una u otra razón, se ha deteriorado significativamente el respaldo que tiene la base monetaria. En el Banco Central hay más títulos públicos que reservas en dólares. Las reservas internacionales del Banco Central son importantes porque, como ya lo dijo la presidenta, Argentina no puede emitir dólares y el último Viernes 15/11 el stock apenas llegaba a los 32.500 millones de dólares.

El 18 de Enero de 2007 fue la última vez que tuvimos tan bajas reservas, sin embargo, no podemos compararnos con el año 2007 en cuanto a esta variable porque, a diferencia de lo que sucede hoy, en ese año el nivel crecía constantemente. Hoy representan el 6,7% del producto bruto cuando en el año 2007 eran del 17% del PBI. Las comparaciones son odiosas, pero todos los países latinoamericanos (salvo Venezuela) han duplicado sus reservas en el mismo período, hasta inclusive Uruguay multiplicó por 4 sus reservas en el mismo lapso.

Por supuesto que nadie que ocupe un cargo público admitirá, hoy por hoy, la existencia de problemas serios y hasta es un hecho comprensible. Lo que debemos preguntarnos es si este gobierno está dispuesto a pagar el costo político de corregir los desequilibrios en forma drástica o intentar tan sólo que no se agraven en el tiempo, aplicando soluciones moderadas para no pagarlo y dejar una herencia pesada para el próximo gobierno.

Comentarios