Luciana Martínez se vio envuelta en una controversia dentro de la casa de Gran Hermano luego de que Santiago "Bati" Larrivey realizara una denuncia por hostigamiento en su contra. La situación, que generó gran revuelo tanto dentro como fuera del programa emitido por Telefe, llevó a la producción del reality a intervenir y analizar las imágenes y testimonios de los involucrados.
Según las versiones de los participantes, Luciana habría incomodado a Bati en varias ocasiones, lo que motivó que el jugador manifestara su malestar ante sus compañeros de convivencia. La situación no pasó desapercibida para la producción del programa, que, después de revisar las pruebas, decidió intervenir con un comunicado emitido por el "Big". En este mensaje, se dejó en claro que no habría sanciones hacia la participante, pero se resaltó la importancia del respeto mutuo entre los compañeros dentro de la casa.
En medio de la tensión, Luciana, visiblemente nerviosa, pidió una explicación sobre la forma en que fue expuesta ante sus compañeros y la audiencia. Aseguró que, en su opinión, la situación no era algo que justificara la atención que había recibido, y opinó que podría haberse resuelto de manera más privada, entre ella y Bati, sin necesidad de ser llevada a la sala del "Big".
La participante también destacó que su comportamiento no había sido intencional y que no había sido su intención incomodar a Bati. En un intento por calmar las aguas, comentó que este tipo de situaciones suelen suceder en el marco de una previa gala de eliminación, lo que podría haber influido en la forma en que se manejó la situación. Para Luciana, el cruce con Bati pudo haber sido interpretado por algunos como una estrategia de juego.
