Gran Hermano comenzó a recuperar la senda de la victoria, tras varias semanas de mucha inestabilidad con el rating. Tras implementar una serie de modificaciones para mejorar su rendimiento, esta semana comenzó a dar sus frutos. En un intento por revitalizar el formato y atraer más audiencia, el programa incorporó ocho nuevos participantes, lo que generó un renovado interés en los televidentes. Pero no solo la incorporación de nuevos rostros dio que hablar, sino también los cambios en la dinámica del programa, como la nueva forma de nominación aplicada este miércoles.
En esta nueva modalidad, la nominación estuvo dividida en dos partes. Los nuevos participantes votaron en el confesionario, mientras que los "originales" lo hicieron de manera cara a cara, en un enfrentamiento directo que generó una mayor confrontación. Este giro en las reglas permitió a los "originales" dejar sus diferencias a un lado para centrarse en votar en contra de los nuevos, generando tensiones y conflictos que engancharon a la audiencia.
El cambio de estrategia parece haber dado sus frutos, ya que el rating del programa subió notablemente. A mitad de la gala, Gran Hermano ya registraba 15 puntos de audiencia, liderando la noche del miércoles con amplitud. Los números distaron mucho de la competencia, donde ElTrece, el canal en segundo lugar, no logró superar los 5 puntos de rating. Este repunte en el rendimiento del programa reflejó el impacto positivo que los ajustes en la dinámica de juego y la inclusión de nuevos participantes tuvieron sobre la audiencia.
De esta manera, Gran Hermano continúa su camino como uno de los programas más populares de la televisión argentina, con una fórmula renovada que sigue cautivando a miles de televidentes.