Caramelo y Mora fueron las mascotas que conquistaron a los participantes desde que ingresaron a la casa de Gran Hermano (Telefe). Fomentando a la adopción responsable, desde la producción le pidieron a los jugadores que cuidaran a los animales y el que deseaba, cuando quedara fuera de juego, podría llevársela para sus respectivos hogares.
Romina, la exdiputada, no dudó en elegir a Caramelo como mascota y Marcos decidió quedarse con Morita. Esta medida implicaba una gran responsabilidad, ya que cuando salieran del reality tenían que tomar sus pertenencias y a los nuevos integrantes (Mora o Caramelo). Esto no significó ningún impedimento para la exdiputada y el salteño, sin embargo, la tristeza de Mora lo llevó a Marcos a replantarse si realmente quería separar a los perritos.
Por este motivo, tomó la medida de que Romina se quedara con los dos, pero a los pocos días el salteño cambió de opinión y afirmó que se llevará a Morita a Salta, para vivir junto a su familia.
"Ahora está con el veterinario, están con los últimos papeles. Me la voy a quedar, la amo", destacó el joven en LAM. Y agregó que ya tiene un espacio para la mascota en su provincia.