Nacho Castañares regresó a la casa de Gran Hermano, a menos de 24 hora de su salida antecediendo a Marcos Ginocchio, el gran ganador del reality que rompió el rating de la TV. Fue durante "A la Barbarossa", cuyo equipo ingresó a pleno a la casa que se preparará para recibir a sus nuevo inquilinos en el segundo semestre.
Nacho dijo que no había visto a nadie, hasta ese momento: ni familia ni amigos. Tras el programa, fue trasladado a un hotel y este martes, cumplía su primer compromiso con Telefe. Además, dijo que no tenía su teléfono todavía. "Lo vi a mi papá, mi abuela, saludé a mis amigos, pero lo único", señaló.
Sobre qué le dijo a Marcos cuando se fundieron en un abrazo al conocer quién era el nuevo "Gran Hermano" acotó: "Lo felicité mucho, le dije que se lo merecía, que era la mejor persona que había conocido". Además contó que se pidieron mutuamente perdón "por haberse prejuzgado".
Uno de los momentos más emotivos del programa tuvo que ver con la relación de Nacho con las mariposas, a las que atribuye señales que representan a su mamá, que falleció por una enfermedad. "Recién estábamos en el jardín, vino una mariposa y era tu mamá seguro", contó Barbarossa. Y él le contó: "al principio lo veía como una casualidad, pero después me empecé a dar cuenta que en momentos claves que lo necesitaba, aparecía una mariposa".
Confesó que "han venido a la casa, mariposas que se quedaban días, especialmente cuando yo estaba en placa y sentía miedo. Después el lunes, cuando sabía que me quedaba, ya no estaban más". ¡Conmovedor!