Nahuel Pennisi fue uno de los invitados a "PH Podemos Hablar" y conmovió con el relato de sus amigos imaginarios que lo acompañaron de los 2 a los 9 años.
Muy conmovido y "con la piel de gallina" contó a Andy Kusnetzoff y al resto de los invitados: “A los dos años tuve un sueño revelador: yo estaba corriendo y de repente me encontraba en una de esas carretillas de albañil. De adentro de la rueda salió un personaje que desde ese momento se instaló conmigo, me dijo que me iba a acompañar y que iba a ser mi amigo. Se presentó con el nombre ‘Barató’”.
Agregó: “me desperté muy asustado y al tiempo me di cuenta que se sumaron más amigos y llegaron a cinco. Eran independientes, pero entre ellos se relacionaban. Sus nombres eran Barató, Azul, Pelotín, Alelush y Plecá, mis cinco guías”.
Pennisi se emocionó al agregar que de sus amigo, uno murió: Plecá”. "En sueños, vi que la vida de él era un globo que se había pinchado y se empezaba a desinflar, como cuando tenés agua y se te va de las manos. Me desesperaba porque sentía que era la vida de él. Y me puse re mal... me desperté llorando. Murió en el sueño y cuando me desperté no estaba más”.
El cantante agregó que sus padres no podían saber de la existencia de sus amigo, aunque lo veían hablar solo, jugando, cantando y relatando partidos.
“Tengo el recuerdo de subirme a techos de casas que no conocía. No me hablaban con voz humana, sentía que tenía que hacer eso, pero no venía de mí, venía de otro lado. Sentí que me cuidaron y que lo que vinieron a hacer conmigo es a transmitirme confianza y que tome riesgos; que era la única forma. Me subía a los árboles y no los conocía, y la rama que pisaba estaba ahí. Tampoco era que adivinaba todo o veía. Era algo del más allá”, detalló sobre sus aventuras.
Luego, contó que comenzaron a dejarlo, advirtiendo que habían cumplido su misión: “Me dijeron ‘hasta acá llegamos con vos, cumplimos con la misión de guiarte y ayudarte, y ahora tu vida está en tus manos’. Ahí le pude contar a mis viejos de la existencia de los cinco guías”.
Después, un hecho lo marcó y supo de dónde venía una de sus guías. “Una amiga de mi vieja estaba mirando fotos en un álbum y me dice "esta nena falleció de meningitis en el año 92 y ¿sabés cómo se llamaba? Barató. Creo que el alma de esa nena muerta estuvo conmigo”, sentenció.
“Fue el año que aparecieron los duendes. Sentí que el alma de esa nena estaba conmigo. Hoy estos guías, personas o almas están acompañando a algún ser”, finalizó