La venganza se potencia y lo que podría ser el renacimiento de un viejo amor terminará siendo la génesis de más odio. Esta semana en Hercai, la ficción turca de las siestas de Telefe, comenzará con giros en su trama y la llegada de un nuevo personaje que sacudirá a los protagonistas.
Este lunes, Füsun tenderá una trampa para que caiga Miran sin embargo el resultado es el menos esperado. La mujer Aslanbey tiene en la mirada a Azize para que pague por todo lo que hizo pero también buscará destruir a Miran por eso jugará con uno de sus mayores deseos: volver con su madre Dilhsa.
En una charla que mantendrá Miran con Firat, le contará que desconfía mucho de Cihan después de que intentó raptarlo e incluso matarlo. Además sospecha de Füsun quien le hizo una promesa. "Dijo que no la tiene pero fue muy categórica, dijo que ella la encontrará", apuntará sin embargo su amigo le aconsejará desde el hospital donde tiene internada a su madre: "hermano, si estas con tus seres queridos en este mundo, el resto no importa. Tranquilo, ni tu ni Reyyan se abrumen".
Al escuchar estas palabras, Miran le aclarará: "jamás abrumaría a Reyyan, se lo prometí pero no podemos dejar a Cihan sin control porque tenemos que saber qué quiere".
Más tarde, Hazar irá a hablar con su hijo y a ayudarlo con la ampliación de la casa. Allí él verá que Miran recibirá una llamada de Füsun y decidirá atender sin que él se de cuenta. Del otro lado, la mujer Aslanbey le dirá: "Miran yo no soy tu enemiga, eso te lo podré demostrar. Ven al camino del monasterio".
Ante esto, el hombre decidirá ir por sus propios medios a aquel lugar, sin decirle a su hijo. Irá sólo y en el camino encontrará a la persona menos esperada. Caminando frente a él, por la misma ruta, llegará Dilhsa, quien fue su gran amor en la juventud y es la madre verdadera de Miran.
Por otro lado, Azat llamará a Gönul para mantener una charla y pedirle perdón por el exabrupto que tuvo impulsado por su hermana Yaren. Es que esta mujer culpó a Gönul de querer quedarse con la mansión Aslanbey y dominar a toda la familia. Pero luego el chico Sadoglu se dará cuenta de toda esta maniobra y le pedirá disculpas.
"No quiero las disculpas", le dirá la mujer notoriamente ofuscada a lo que él le aclarará: "cometí un error como cualquier ser humano, perdoname".
En ese momento, ambos quedarán muy cerca de dejarse llevar por el corazón sin embargo, primará el rechazo.
