Hace más de un mes que no aparecía públicamente. Desde que manifestó tener un problema de salud y luego pedir una licencia para dedicarse a su recuperación, nadie sabía nada de él. Este viernes Gerardo Rozín apareció en una larga entrevista que brindó para Infobae en la Usina del Arte.
Allí habló de diferentes temas, entre estos contó cómo fue su infancia, sus inicios en la televisión y el trabajo que hoy lo llena de orgullo: La Peña de Morfi (Telefe). El conductor se sometió a las preguntas del público pero no se refirió al problema de salud que lo aqueja.
“Yo soy rosarino, soy judío, soy de Central, soy periodista y productor. Y me gusta la música, también. Así que soy eso, que es un montón. Y cuando digo ‘soy rosarino’, digo nací en el lugar que más me gusta de todo el mundo, y viajo inevitablemente a la calle 9 de Julio 1669, séptimo piso, a la casa de mi infancia”, comenzó contando en la extensa entrevista.
Vestido en la gama del azul y con el rostro notoriamente más delgado, Rozín reconoció que en el camino de los medios que transitó aprendió "mucho de Gustavo Yankelevich". "Es muy impresionante ver a alguien que sabe tanto de algo, tanto más que todos, tanto más que gente de otros lados incluso. Aprendí mucho también de Nicolás Repetto. Desde mi perspectiva, nunca vi producir a alguien así. Yo lo miro de afuera pero me doy cuenta de que es un genio", destacó.
Luego enumeró otras figuras que lo formaron en la profesión como Raúl Becerra, Juan Carlos Mareco, y Daniel Hadad, sobre quien dijo que aprendió "muchísimo". "Fui muy malcriado también ahí, muy malcriado, pero aprendí a no pensar de una sola manera las cosas", subrayó.
Al momento de hablar de La Peña de Morfi aseguró que este programa es "un referente de los programas musicales del continente": "Pasa Carlos Vives, viene Serrat, Soledad... Son artistas que queremos y valoramos. Y me da la sensación de que eso que estoy haciendo hoy, hace 10 años era imposible pensar que yo lo hiciera. Yo no me veía poniendo un programa de música, pero hice uno de ídolos y me gustó, entonces después hicimos uno con comida y se llamó Morfi y los viernes había un fogón y aprendí que en esa mezcla estaba pasando algo. Pero no es que dije: ‘Acá vamos a juntar músicos’. Propuse hacer un fogón, sí, no era común hacer fogones en un programa de la mañana en Telefe, y de ese fogón salió La peña, y casi todo podría explicarse medio así”.
“Yo tengo mucho que ver con los contenidos que ahí se expresan, porque son los contenidos que hace un rosarino educado por esa madre, que fue a esa escuela y que es judío todos los días y que le gusta la música, y que de chico hacía su gracia para hacerse amigos pero no tiraba tizas, es más o menos eso transformado en trabajo”, resumió.
Por otro lado, confesó que el programa lo lleva con la responsabilidad incluso de estudiar sobre la persona antes de cada entrevista: "Sandra Mihanovich es la madrina de La peña de Morfi, por muchos motivos. Yo escucho sus canciones desde los 12, 13 años. No podría decir que es mi amiga porque no me animaría, pero la quiero como familia. Y si el domingo que viene nos visita Sandra Mihanovich en La peña de Morfi, cosa que hizo como quince veces, yo me paso toda la semana escuchando a Sandra Mihanovich, todo el día. Y llego como un jugador concentrado. Y a lo mejor me emociona una canción que no lo había hecho antes, y por ahí se me ocurre un chiste. Que un chiste te dure desde el viaje en auto el martes hasta el aire el domingo es poco frecuente. Es más fácil que llegue la vacuna. Pero la verdad es que de eso estoy seguro, que yo sé que si estudio puede ser mejor".
Finalmente expresó: "Mi sueño es trabajar de lo que me gusta, ponerle pasión, y tratar de que salga bien. Ese es el sueño".
