Terminó un nuevo ciclo de los programas de Mirtha Legrand que en el 2020 estuvieron marcados por la falta de la diva en la cabecera de la mesa, y el reemplazo de su nieta Juana Viale. Los cuidados por la pandemia obligaron a Mirtha a quedarse en casa y desde entonces, Juana se responsabilizó de la propuesta de almuerzos y cena, recibiendo a cientos de famosos de diferentes ámbitos y convirtiéndose así en el orgullo de su abuela.
En las ediciones fue siempre Jimena Monteverde la responsable de deleitar a los comensales con diferentes platos, en medio de un gran desafío para ella, la llegada de Juana y sus exigencias para con la comida debido a que es vegetariana.
"La química con Juana no te la puedo explicar, fue algo que se dio naturalmente. Son cosas que una ni las piensa, ni las mide, ni las ensaya. Pegamos buena onda. Con mi equipo, creamos platos que se lucen mucho; son ricos, más modernosos y al ser Juana vegetariana implica un desafío para nosotros”, relató Jimena en diálogo con Revista Caras.
"Yo trabajé bastante con su madre, Marcela Tinayre, en Radio 10, en el programa Buenos Muchachos. Después me la crucé varias veces, pero nada más que eso. En el programa ella me da pie, me otorga esa entrada diferente y sumado a esa espontaneidad que la caracteriza logramos esa química”, agregó sobre Juana como conductora.
Es así que la buena relación que ambas supieron crear dio pie a la creación de un "código" que ambas saben respetar y lo llevan muy bien adelante.
"Intentamos que nuestros comentarios sean picantes, pero siempre con el objetivo de conservar la onda familiar. Y que la gente que nos está viendo se divierta un rato. Ella me puede decir cualquier cosa y la verdad es que yo no me ofendo por nada. Y ella tampoco, así que está buenísimo que tenga esa seguridad, porque nos permite hacer chistes. Siempre respetándonos. Tenemos un código de que entre nosotras está todo bien”, finalizó.