Fue definida en su momento como la actriz porno "más sexy del mundo". Su cuerpo escultural enamoró a más de un hombre en los canales de triple X. Sin embargo decidió dar un paso al costado en su carrera y inclinarse por el camino de lo místico.
Se trata de Brittni De La Mora, más conocida como Jenna Presley, quien pasó casi 10 años de su vida en la industria del cine para adultos y ahora asegura haber encontrado "a Dios". "Traté de abandonar la industria del porno sin la ayuda de Dios, y la realidad es que no podía hacerlo porque Dios y el porno no se mezclan", afirmó.
Por eso se unió a un grupo de ayuda que se dedica a colaborar con personas que intentan vencer las adicciones al porno: "XXXchurch".
Brittni desde el 2016 está casada con el pastor Richard De La Mora y comenzó a predicar en la Iglesia Cornerstone en San Diego, Estados Unidos. Ahora ambos esperan a una bebé que asegura le seguirá cambiando la vida.