Pasó en televisión

El calvario de Diego Mesaglio por su accidente en el ojo: "sentía que me moría"

El actor de "Un gallo para Esculapio" y "Chiquititas" contó cómo fue el problema de salud que le generó la pérdida de vista.
domingo, 26 de mayo de 2019 12:11
domingo, 26 de mayo de 2019 12:11

Hace cuatro años, Diego Mesaglio sintió que estuvo al borde de la muerte. Por un accidente doméstico, se desencadenó un calvario que le generó la pérdida de visión del ojo izquierdo. Aunque hoy se muestra optimista, mientras espera un trasplante de córnea, revivió esa etapa crítica que incluyó muchas operaciones y dolor.

Invitado en PH Podemos Hablar, el actor de Un gallo para Esculapio y Chiquititas explicó que todo empezó un día cuando estaba en su casa. "Puse la botellita de alcohol mal ubicada en la repisa del baño y se patinó. Cuando se cayó para un lado, la agarré y salió el chorro que me entró justo en el ojo", detalló.

Aunque fue de urgencia al hospital, el personal médico no solo no solucionó su problema sino que agravó su cuadro. "Primero no me lavaron bien, después me echaron anestesia y el médico me dio el tarrito de gotas con el calmante y me dijo las palabras mágicas: 'Cuando te duela, ponete'", agregó. Y exprotagonista de Chiquititas obedeció.

Como le dolía mucho, apenas volvió a su casa el actor se puso el medicamento cada media hora. A tal punto que en una sola noche vació el pomo que le habían dado. Después se enteró de que, en realidad, se tenía que aplicar una gota cada 12 horas. El daño ya estaba hecho.

El alcohol que tenía todavía en el ojo y el exceso de anestesia le terminó quemando la córnea del ojo izquierdo. A pesar de la desesperación que le provocó toda esta situación, Diego se empezó a atender en el Hospital de Clínicas, en donde se sigue tratando. "Ahí hicieron todo para recuperar el ojo: operaciones, todo lo que se tenía que realizar. Yo cada vez veía menos", sostuvo ante el resto de los invitados del programa de Telefe.

Pero lo peor todavía no había llegado. Después de siete intervenciones quirúrgicas, sufrió una infección muy grave. "Está dentro de las 17 peores que puede tener el ser humano, porque el virus va del ojo a la cabeza en horas. Debido a esto se dejó el tema de la visión de lado y se ocuparon de matar la infección, que duró seis meses", aclaró.

Durante todo ese tiempo, el actor sintió que estuvo al borde de la muerte. Durante dos meses, tuvo que ponerse gotas cada 15 minutos durante las 24 horas. Lo máximo que podía dormir eran 14 minutos. "Llegué a estar cinco días sin dormir por el ardor y el dolor. Esa fue una de las veces que sentí que me moría", subrayó.

Ahora Diego está en la lista de espera para un trasplante de córnea y busca revertir su problema de visión hasta 60%. "Yo no perdí el ojo, perdí la visión. Tengo un parche de prevención porque está agujerada la córnea", indicó.

El conductor del ciclo, Andy Kusnetzoff, le preguntó si se había vuelto a encontrar con el primer médico que le recetó mal la aplicación de anestesia. Y el actor sorprendió a todos cuando dijo que sí. "Cuando empecé a salir, dije 'Cuando lo cruce, lo mato'. Y la primera vez que lo crucé, que lo vi salir de la clínica, me largué a llorar. Ahí dije: 'No, yo no soy nadie para hacer absolutamente nada'", concluyó el artista.

Fuente: TN

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