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Elba quiere estar en la Fiesta del Sol con "El oráculo" de "¿Quién quiere ser millonario?"

Radiante a sus "100 años y cuatro meses" contó en el programa de Santiago del Moro que quiere volver a San Juan en febrero e invitó a la celebridad del ciclo.
miércoles, 20 de noviembre de 2019 00:00

"Me trataron fantástico. Me ayudaste a cumplir el sueño de conocer San Juan y ahora, quiero volver para la Fiesta que hacen", dijo con una enorme sonrisa, Elba Carracedo, la participante más longeva en participar en "¿Quién quiere ser millonario?", el ciclo que se emite por Telefe.

Santiago del Moro le preguntó: "¿Fuiste al Teatro del Bicentenario?", mientras proyectaban imágenes de la visita de la joven de "100 años y 4 meses" a nuestra provincia; la única que le quedaba por conocer del país. "Sí, y es hermoso. Me dieron tanto cariño. Ya quiero volver", repitió. Para sorpresa, José María, alias "El Oráculo" otro de los participantes de mayor edad y que es uno de los panelistas fijos del programa confesó no conocer la provincia. "Vayan juntos a la Fiesta del Sol", propuso Del Moro. "Hay buenos Malbec en San Juan", acotó "El Oráculo".

Elba recorrió los principales atractivos turísticos de San Juan con su familia y se sintió tratada "de maravillas". Al final del programa, le entregó a Del Moro un regalo en una bolsa promocional de Turismo quien le confesó: "yo me voy con vos a la Fiesta del Sol".

Una apasionada de la vida

"Cien años y tres meses", remarcó cuando le preguntaron la edad al participar en el programa en el que ganó $300.000 para cumplir su sueño de conocer San Juan. En su cumpleaños más reciente, frente a la torta, pasearon sus recuerdos más queridos: "De mi infancia, del matrimonio y de los amigos que me quedan".

Eduardo, su marido, murió hace 25 años. Y ella pasó malos momentos. "Estuvimos casados 41 años. Lo extraño muchísimo. Me costó mucho, pero me resigné ahora".

"Primero llorás, te quejás, pensás que fue muy triste lo que te pasó. Pero después te tenés que acostumbrar, no queda otra", dijo Elba, que no usa audífonos. "Y no necesito anteojos para leer".

Superó el desánimo, con mucha fuerza interior: "Hay que seguir viviendo hasta que Dios llame. Hay que encontrar la forma de seguir viviendo. Yo misma me di la energía para seguir viviendo, con los buenos recuerdos, la vida que llevé durante todo el matrimonio. Fue un hombre extraordinario".

No tuvieron hijos y su único trabajo fue de dactilógrafa. Hoy reparte su tiempo entre sus amigos y sus sobrinos.

Elba no tiene ninguna receta para llegar a los 100 años. Al parecer, en la variedad está el gusto, y también la salud: "No hay ningún secreto. Tomo agua y mate cocido, como de todo. Me gusta la paella. ¡En el restaurante pido papas fritas con dos huevos fritos! Camino, ahora un poco más despacio por temor a caerme, pero camino".

 

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