Espectáculos

Chino Darín sobre los Puccio: “Este es el rol más importante de mi vida”

El hijo de Ricardo Darín está viviendo un muy buen año profesionalmente. Ahora está en la pantalla chica de Telefé con su papel de Alejandro Puccio en Historia de un Clan en donde protagoniza las escenas más hots. Conocelo.
miércoles, 16 de septiembre de 2015 04:16
miércoles, 16 de septiembre de 2015 04:16
Desde que decidió dedicarse a la actuación, Chino Darín (26) no paró de trabajar. Participó de distintos desafíos televisivos hasta que llegó su primer protagónico en cine con Muerte en Buenos Aires. Modelo de importantes marcas, el hijo de Ricardo es uno de los favoritos de los productores de ficciones y de los dueños de marcas. Solterito, el morocho de dulces ojos claros hoy es uno de los responsables de Historia de una Clan, la nueva miniserie nocturna de los miércoles de Telefé. 

"Me pesa la exposición de la misma manera que pienso que ser famoso no es un valor en sí mismo. Esta gente que estamos recreando en la miniserie, el clan Puccio, también es gente famosa. Hay cierta exposición que no me parece interesante y preferiría evitarla. Uno tiene un trabajo público y entiendo que se piense que uno es una persona pública. Pero la equivocación está en pensar en que todo lo que haga esa persona es público porque eso no es así, por lo menos a mi criterio. Intento de que mi trato con la prensa sea bueno. Por momentos, tengo la sensación de que hay algo de lo que debería cuidarme y no entiendo bien qué es. Porque siempre te buscan otra interpretación a lo que uno dice. Me pasó un par de veces y me predispone de otra manera. El rol del paparazzi a veces esconde una faceta que no comparto. Es una especie de traición. Estás tratando de disfrutar de un almuerzo y no tenés intimidad. Estoy comiendo con mi papá y mis primos y de repente veo a cuatro tipos que están atrás de un árbol sacándonos fotos", dice a modo de queja.

-Hablemos de las cosas que te gustan. Hace poco te fuiste de viaje a Asia. ¿Cómo te resultó la experiencia?
-Me fui solo con mi alma al toque de terminar con las grabaciones de Historia de un Clan. Me fui sacando de encima a mi personaje durante el viaje. Fue un recorrido que tenía ganas de hacer hace bastante y que me surgió de repente. Había un proyecto para hacer una peli argentina con una parte del rodaje en Estados Unidos. Mi idea era aprovechar que iba a estar en USA para adosarle el viaje por Asia. La peli finalmente no surgió pero me enteré que iban a presentar en un festival de cine de Corea Muerte en Buenos Aires (film que supo protagonizar). Me llamó la directora para decirme si quería viajar en representación de la película porque, además, estaba nominado como mejor actor. Sí, muy bizarro, ¿no? ¡Pensé que me estaba cargando! Entonces, terminé de grabar Historia y me fui. El festival estuvo alucinante y me gané el premio como mejor actor. No entendía el idioma pero aprendí a agradecer en coreano. Claro, el resto del discurso lo dije en inglés.

-¿Fue tu primer viaje solo?
Sí, fue el primero solo y tan lejos. a verdad es que fue una experiencia impresionante y trascendental en mi vida. Estuve seis días en Corea y luego fui a Japón. Recorrí Tokyo y Kyoto, uno de mis lugares favoritos en el mundo. Alquilé el hotel de Kyoto por Internet. Era de esos hoteles japoneses que se ven en las películas . La dueña me contó que en mi misma pieza se hospedó el director Akira Kurasawa, uno de mis favoritos. El choque cultural con Oriente es alevoso.

-¿Por qué lo decís?
Asia es una cultura totalmente distinta, la tradición y los valores humanos son moneda corriente. La verdad es que me llevo muchísimas cosas de ese viaje. Fue un viaje único y es un lugar al que me gustaría volver. Fue muy valioso poder comparar y contrastar con nuestra cultura. Nosotros no tenemos tradiciones milenarias y ellos sí. De alguna forma, fue un viaje espiritual. Me dejó un conocimiento sobre mí, de que se puede estar solo y de que es disfrutable. Y aparte de recorrer mucho, lo que más me gustó es el sabor que tienen las comidas. Después de Asia, volé a Estados Unidos. Allí, me encontré con mi hermana y juntos hicimos la costa Este. También fueron unos días alucinantes, que me dieron mucho pero mucho gusto compartir con mi hermana. En conclusión, puedo decirte que fueron dos viajes en uno que resultaron muy diferentes y aprovechables entre sí.

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