El presidente Javier Milei irá al Congreso el próximo domingo, a las 21, para presentar el Presupuesto 2025. Así lo confirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa. Es la primera vez que un Jefe de Estado se hace cargo de esta tarea, que suele quedar en manos del ministro de Economía de turno.
El propio Milei ya había anticipado la semana pasada esta decisión: “Estaré yendo al Congreso a exponer lo que son las bases del déficit cero, para terminar de una vez por todas con este cáncer que es el déficit fiscal, las crisis fiscal y el desastre macroeconómico que ha hundido la Argentina en la pobreza”, aseguró el pasado jueves, en el marco de su discurso en el Foro Madrid “Río de la Plata” que se realizó en el Palacio Libertad (ex CCK).
De acuerdo con la normativa vigente, el año previo a cada periodo fiscal, el Poder Ejecutivo fija las prioridades y políticas públicas a desarrollar en el siguiente, elabora una propuesta presupuestaria y luego la envía al Congreso para su aprobación. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo ya envió un anticipo del documento que está en manos de los diputados y senadores, donde planteó los ejes principales de la proyección, que se basará en la estabilidad macroeconómica y ratificar el déficit cero.
Si bien el texto ingresa por reglamento a la Cámara de Diputados, más precisamente, a la comisión de Presupuesto y Hacienda, que tiene como titular a José Luis Espert, incorporado ya al bloque de La Libertad Avanza, en Balcarce 50 admiten que la iniciativa podría no ser apoyada por la oposición.
“Vamos a elaborar un proyecto que sabemos que muy probablemente nos lo rechacen, pero eso sería incluso mejor para nosotros, porque podemos prorrogar una vez más el Presupuesto del 2023 y así vamos a poder disponer de los fondos como consideremos”, se sinceraron en el círculo íntimo de Milei, según Infobae.
Si se diera esta situación, también sería la primera vez en la historia argentina que el Congreso le rechaza dos años consecutivos la rendición de gastos a un Gobierno, que por el momento cuenta con minoría en ambas Cámaras y mantiene una relación inestable con la oposición “dialoguista”.