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Cómo fueron los días de encierro de Fabiola Yañez en la Quinta de Olivos

la ex primera dama, rompió el silencio tras la denuncia que realizó contra el ex presidente de Argentina, Alberto Fernández. En declaraciones a Infobae, contó, afligida que incluso antes de la entrevista le pusieron inhibidores para que no arranque su auto.
sábado, 10 de agosto de 2024 20:41
sábado, 10 de agosto de 2024 20:41

Fabiola Yañez, la ex primera dama, rompió el silencio tras la denuncia que realizó contra el ex presidente de Argentina, Alberto Fernández. En declaraciones a Infobae, contó, afligida, cómo fueron los días más difíciles en los que le tocó sufrir hostigamiento y encierro.

Según manifestó, incluso el día de la entrevista sufrió persecución: "Hoy no podía salir de mi casa, pusieron inhibidores para que yo no pudiera salir. Inhibidores que hacían que el auto se apagara".

Al respecto, agregó que no sabe quién lo hizo: "Deberá investigar la justicia porque yo no sé por qué sucedió eso".

En este sentido, dijo que tiene miedo de volver a su casa: "¿Qué voy a hacer con mi hijo? ¿Por qué inhibieron todo el lugar? Para que no pudiera salir de mi casa. ¿Cómo vuelvo? ¿Qué hago con mi hijo y con mi mamá? Bueno, por ese miedo y por lo que grabé con quienes firmamos un contrato de confidencialidad".

Acto seguido, dio detalles de cómo es su día a día en Madrid: "Han dicho que vivo una vida de lujo. Yo no tengo empleada y no tengo niñera. Mi mamá es la que me ayuda con mi hijo y es la que está sosteniendo todo. Dijeron que me vieron caminando por calles donde están las marcas de lujo, pero jamás fui a caminar a ninguna de esas calles. Eso es mentira porque yo no puedo caminar por la calle".

Habló puntualmente de lo que sucedió en el mes de julio de 2023, cuando los medios decían que la pareja presidencial estaba separada: "Era verdad. Solo que no lo querían decir. Entonces, obviamente, si yo me iba de Olivos iba a ser un escándalo. Entonces, todavía queriéndolo ayudar, me fui a vivir a la casa de huéspedes, donde él cada vez que llegaba abría la puerta. Pero no es que me golpeaba la puerta para entrar; abría la puerta así, de un portazo. Y yo ahí viví con mi hijo el último tiempo. Entonces empezaron, desde antes de agosto, todas las semanas, a darme un cuento distinto: 'Mañana te vas', y así. Pero no me dejaron ir hasta el 2 de diciembre".

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