La noche del martes pasado se desató un incendio feroz en el interior de un domicilio del barrio Cumelén, en la ciudad de Neuquén. Cuando los bomberos apagaron las llamas, encontraron los restos de un joven calcinado. El caso causó conmoción en la capital neuquina y se inició una investigación para determinar el origen del siniestro hasta que anoche el padre de la víctima se presentó en una comisaría y confesó haber prendido fuego la vivienda.
El joven fallecido fue identificado como Nazareno Jara. Tenía 19 años. Su cuerpo fue hallado en el sector del lavadero de la casa ubicada a metros de la esquina de Carlos H. Rodríguez y Mastropiedra.
Nazareno vivía allí junto a su padre, Federico Costich, de 39 años, quien no se encontraba en el lugar al momento que los bomberos llegaron para combatir el fuego. Por el momento se desconoce dónde estuvo en los días siguientes. Lo concreto es que cerca de la medianoche del jueves apareció en la Comisaría Tercera acompañado de dos abogados y aseguró ser quien causó el incendio.
En la investigación del Ministerio Público Fiscal surgió una hipótesis de lo que pudo haber sucedido. Según revelaron fuentes del caso al diario LMNeuquén, se supo que Costich con su hijo y una mujer habrían estado consumiendo estupefacientes a lo largo de tres jornadas previo al siniestro.
Esa mujer declaró ante la fiscalía. Contó que durante esos días consumieron cocaína y pasta base. Y dijo que, en un momento, Nazareno y su padre tuvieron una discusión que casi termina a golpes de no haber sido porque ella intervino para separarlos. Luego de esa tensa situación, el joven fallecido se habría ido a dormir. Por su parte, Costich salió a comprar unas bebidas alcohólicas.
De acuerdo a la versión difundida por el citado medio, al regresar el padre habría tenido un brote psicótico. Alucinaba con que había sicarios dentro de su hogar que lo querían asesinar. En ese contexto, prendió fuego unos trapos y los arrojó a distintos lugares de la casa. La paranoia incluso lo habría llevado a encender las hornallas de la cocina y a arrojar encima un buzo bañado en aceite.
Aparentemente, la mujer intentó detener y controlar a Costich, pero no pudo. Ambos finalmente escaparon cuando las llamas comenzaron a propagarse por la vivienda. La testigo dijo que el padre del joven fallecido caminó hasta la plaza que está frente a su casa y se quedó observando cómo se incendiaba sin inmutarse, como si estuviera desorientado.
Costich pertenece a una familia de la comunidad gitana de Neuquén, vinculada al comercio de vehículos, según detalló el diario Río Negro. Su hijo utilizaba el apellido materno (Jara) y por eso en las primeras horas fue difícil cotejar datos filiatorios. Tras su confesión, quedó detenido en la comisaría y en las próximas horas le formularán cargos.
Mientras tanto, en las redes sociales familiares de Nazareno reclaman justicia. “Federico Costich lacra HDP, mataste a tu hijo, no tenés perdón. La justicia divina te va hacer pagar todo. Vas a llorar a tu hijo hasta tu muerte! No vas a poder respirar. Justicia por Nazareno Jara. Te amo angelito, no vamos a parar hasta que se pudra en vida!”, fue uno de los comentarios que se publicaron.
Fuente: Infobae