Las innovaciones tecnológicas ayudan a transformar las empresas, la medicina y la sociedad. Permiten satisfacer necesidades y son soluciones a problemas que se viven. Mediante una tecnología de vanguardia, se puede evaluar la calidad y la composición de los productos que se usan de distintas plantas medicinales y así mismo ir innovando. Una de las principales son las de cannabis. De esta manera, se asegura que los productos cumplan con los estándares y regulaciones correspondientes, brindando a los consumidores datos precisos sobre el hachis CBD de Justbob y otros componentes. En este artículo explicaremos qué son las innovaciones tecnológicas, daremos ejemplos que cambian el mundo y los procesos de la innovación tecnológica y de la medicina.
¿Qué es una innovación tecnológica?
El concepto de innovación tecnológica es un conjunto de técnicas y nuevos procesos, que son resultado de una nueva tecnología o del avance de tecnologías ya existentes. Por lo tanto, el resultado de un proceso creativo que apunta al crecimiento. La innovación tecnológica permite un nuevo modo de producción o una nueva organización de la producción, a menudo más eficiente y que responde a una necesidad.
Innovación tecnológica en las empresas
La innovación tecnológica en los negocios es importante en un mercado competitivo en constante cambio. Las innovaciones tecnológicas provienen de la investigación y el desarrollo. Pueden reducir la carga de trabajo de los empleados y además son rentables para la empresa a largo plazo, por ejemplo, evitando pérdidas, adaptándose a las necesidades reales o encontrando soluciones. La innovación tecnológica en las empresas tiene como objetivo crear una respuesta tecnológica revolucionaria para hacer frente al cambio y la evolución. La innovación empresarial puede ser tecnológica, pero existen otros tipos de innovación, como la innovación en marketing, la innovación organizacional, la implementación de innovaciones digitales para resolver problemas tecnológicos, o incluso la innovación en ciberseguridad. Las innovaciones tecnológicas pueden ser menores, incrementales o importantes, radicales o disruptivas. La innovación tecnológica puede provocar una destrucción creativa en algunas empresas o forzar un cambio de modelo de negocio.
Innovaciones tecnológicas radicales, incrementales y destrucción creativa
Las innovaciones tecnológicas radicales (o disruptivas) ofrecen algo que antes no existía. Estas nuevas tecnologías crean, por tanto, nuevos mercados con productos o servicios que no satisfacen necesidades, pero que, a largo plazo, las crearán para los consumidores. Las innovaciones radicales pueden afectar diferentes áreas y diferentes lugares del mundo. La invención del avión o la llegada de Internet son buenos ejemplos de innovaciones radicales. Las innovaciones tecnológicas incrementales son lo opuesto a las innovaciones radicales, es la mejora de productos, servicios y procesos ya existentes. También pueden afectar a diversos ámbitos, por ejemplo, a la productividad de los empleados mediante la mejora de los equipos. Las nuevas innovaciones, en algunos casos, dejan obsoletas a las generaciones anteriores de innovaciones. El proceso de destrucción creativa fue introducido por Schumpeter como un movimiento permanente de destrucción de actividades vinculadas a antiguas innovaciones y creación de nuevas actividades vinculadas a nuevas innovaciones. La caída de las ventas de periódicos desde que se pudo acceder a las noticias con unos pocos clics en Internet o en un teléfono inteligente es un buen ejemplo.
Innovación de las plantas con la medicina
Desde el principio de los tiempos, el hombre ha sabido domesticar las plantas para aprovechar sus beneficios como plantas medicinales. Aunque esta práctica se desvaneció con la llegada de la medicina y la industria farmacéutica, la fitoterapia y la aromaterapia están volviendo a estar en primer plano. La química, las nuevas tecnologías y los avances de la genética reavivan hoy la esperanza de desvelar el secreto de los efectos terapéuticos de las plantas, revelando un mundo más complejo de lo que pensábamos. Hasta el punto de poner en tela de juicio algunos de nuestros viejos paradigmas farmacológicos. Ante los avances de la química y la era de las moléculas sintéticas todopoderosas, la curación con plantas se había convertido en prerrogativa de unos pocos originales aislados. Este enfoque ancestral, en el que se basó la medicina en sus inicios, había acabado cayendo en desuso, cuando no era ridiculizado. ¿Ha llegado el momento de la venganza? La farmacopea natural, rebautizada como “fitoterapia”, ha vuelto a estar en primer plano en los últimos años, adornada por científicos. Hoy en día, la fitoterapia utiliza las nuevas tecnologías, la química, la genética, etc. para intentar diseccionar, sustentar y demostrar. Gracias a la detección de alto rendimiento, esta nueva ciencia ahora es capaz de probar miles de moléculas por día in vitro, que extrae de gigantescas “bibliotecas químicas” acumuladas con el tiempo. Quizás mañana identifiquemos nuevas plantas con propiedades medicinales. La química, con nuevos métodos de extracción y nuevos disolventes (CO2 supercrítico, hexano, agua bombardeada con ultrasonidos) permite mejorar y tal vez aumentar su eficiencia en el futuro.