Diego Valdez, de 43 años, se enfrentó a una prueba de honor al encontrar un bolso donde había $4 millones y documentos importantes, pero no vaciló al devolverlo sin tocar un centavo a pesar de su difícil situación económica.
Valdez es de Posadas, Misiones, y vende sándwiches y empanadas y en el estacionamiento de un mayorista, ubicado sobre la rotonda de Uruguay y la calle Domínguez. El jueves de la semana pasada, al terminar su jornada, estaba limpiando todo y juntando los carros del supermercado cuando se encontró el bolso.
Los empleados del súper estaban sorprendidos por su buena acción. Todos lo conocen porque se ha instalado en ese estacionamiento, de manera intermitente, por dos años. “El hipermercado me abrió las puertas. Cuando me quedo sin trabajo, vuelvo ahí”, confirmó Valdez.
Él trabajaba de parrillero en un restaurante que cerró en noviembre y ahora se dedica a este emprendimiento y otras changas para poder mantener a sus dos hijos, de cuatro y cinco años, y a su esposa. “Por eso (los trabajadores) se sorprendieron también, porque no agarré la plata pese a las necesidades que estoy pasando”, aseveró.
El bolso pertenece a un médico que es cliente regular en esa sucursal. Los encargados lo llamaron y regresó ese mismo día, desesperado y desbordado por la gratitud. Ya daba por perdidas sus pertenencias.
Valdez estaba presente cuando el médico llegó a retirar el bolso y tuvieron una corta charla. Él tampoco podía creer que todos los papeles relacionados con su trabajo y la suma de dinero estuviesen intactos.
“Me felicitó y me preguntó por qué no me quedé con la plata. Le dije que no quiero ensuciarme con lo que no es mío, no es lo correcto. El señor me dijo que con esa plata iba a ser millonario, y yo le dije ‘ya soy millonario, tengo dos hijos hermosos’”, recordó el misionero.
Sí, recibió una recompensa por su gran acción, pero solo porque el médico insistió. “Vengo de una familia humilde y me criaron así. Sé que lo necesita más, quien lo perdió. No merezco quedarme con algo que no es mío. Si me vuelve a pasar, lo vuelvo a hacer. Estoy muy feliz y duermo tranquilo”, confirmó.
Él solo pide “un trabajo honesto, con obra social”, ya que su situación “está difícil, el alquiler aumenta, hay poca venta”. De todas formas, está agradecido con la difusión y los mensajes de apoyo: “Valió la pena porque la gente me felicita”, reconoció con emoción.
Fuente: TN