La madrugada de este viernes, María Josefa Bonazza, la única sobreviviente del trágico derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, falleció a los 79 años en la ciudad de Balcarce, luego de haber enfrentado varios períodos de internación. Bonazza había quedado atrapada entre los escombros del edificio tras su colapso el 29 de octubre y, aunque logró sobrevivir, las secuelas de ese trágico incidente terminaron por cobrarle la vida.
El colapso del Apart Hotel Dubrovnik, que contaba con una torre de diez pisos, dejó un saldo de ocho muertes, incluida la de su esposo, Federico Ciocchini. Bonazza, junto a su marido, descansaba en un departamento en el momento del derrumbe. Ambos se encontraban allí preparando el lugar para la temporada alta de alquiler.
El rescate de Bonazza, que tuvo lugar unas diez horas después de la tragedia, se produjo en condiciones extremas. A pesar de los severos daños, su cuadro no era crítico, aunque presentaba lesiones óseas en las extremidades superiores y politraumatismos causados por la caída de parte de la estructura del hotel y fragmentos de hormigón. Fue trasladada en helicóptero al Hospital Interzonal General de Agudos de Mar del Plata, un centro especializado en atención de alta complejidad.
Su estado de salud mejoró y, tras unas semanas de recuperación, fue trasladada al Hospital Municipal de Balcarce, donde completó su tratamiento inicial. Durante su internación, Bonazza ofreció varios testimonios sobre los momentos de terror que vivió atrapada entre los escombros.
En una de las entrevistas, recordó con claridad cómo trató de mantener la calma mientras su esposo no respondía a sus llamados. "Trataba de tranquilizarme, pero notaba que mi marido no me respondía", relató emocionada en una conversación con FM Sudestada de Balcarce. Bonazza también mencionó que, a pesar de su estado de confinamiento, mantuvo su lucidez. "Siempre estuve lúcida, aunque atrapada y sin poder moverme", dijo. En ese momento, recurrió a sus conocimientos de yoga para intentar controlar la ansiedad y respiró profundamente para mantener la calma. Además, usó el código Morse para pedir ayuda, marcando la palabra S.O.S..
A pesar de su notable recuperación, la tragedia continuó afectando a la mujer. Hace dos semanas, Bonazza fue internada nuevamente en el Hospital Municipal de Balcarce debido a una grave descompensación. Esta vez, su cuadro requería atención en terapia intensiva, y a pesar de los esfuerzos médicos, falleció hoy mientras estaba alojada en el centro de salud.
El trágico derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik dejó un saldo de ocho víctimas fatales, además de Bonazza. Entre los fallecidos se encuentran su esposo Federico Ciocchini, y siete personas más que pernoctaban en el hotel: Rosa Stefanic, exdueña del lugar; su sobrino Nahuel Stefanic; su colaboradora Dana Desimone; y los obreros Mariano Troiano, Ezequiel Matu, Matías Chaspman y Fabián Gutiérrez.
La pérdida de María Josefa Bonazza marca el fin de una historia de lucha y sobrevivencia que conmovió a la comunidad.