Judicial

Asesinato de padre e hijo en el santuario del Gauchito Gil: los acusados, una "organización familiar"

El debate por el doble crimen de Sergio Abel Canteros y su padre, Julio César Canteros, comenzó esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal.
miércoles, 3 de agosto de 2022 00:00
miércoles, 3 de agosto de 2022 00:00

Los nueve imputados de los homicidios de un hombre y su padre, asesinados a golpes y puñaladas en agosto de 2021 en el santuario del Gauchito Gil de la ciudad correntina de Mercedes, donde se disputaban terrenos para la instalación de puestos de venta, se negaron hoy a declarar en la primera audiencia del juicio, confirmaron hoy fuentes judiciales.

El debate por el doble crimen de Sergio Abel Canteros y su padre, Julio César Canteros, comenzó esta mañana ante el Tribunal Oral en lo Criminal de esa ciudad de Corrientes, integrado por los jueces Jorge Troncoso, María Eugenia Ballará y Juan Manuel Muschietti.

En su alegato de apertura, el fiscal de juicio Adrián Casarrubia aseguró que los acusados conformaron una "organización familiar para atentar contra la vida de dos personas".

Por su parte, el abogado querellante, Marcos Harispe, coincidió con la figura de la instigación y también del accionar premeditado por parte de los procesados.

En el banquillo de los acusados se encuentran Luis Walter Astarloa, Jonathan Natanael Astarloa, Maximiliano Contreras, Carlos David Molina, María Magdalena Astarloa -embarazada de 36 semanas-, Juan Ramón Rivero, Gisella Paola Astarloa, Maria José Obes y un menor de edad.

En tanto, sus defensores plantearon las muertes se produjeron en el marco de una pelea iniciada por los fallecidos en un contexto de rivalidad territorial donde cada uno explotaba comercialmente zonas diferentes en torno del santuario.

A su vez, rechazaron de plano la idea de una asociación ilícita, emboscada o asociación con la finalidad de cometer un delito y coincidieron en señalar que no hubo un ataque pergeñado, ni premeditado, sino que concurrieron varias circunstancias ese día que se sumaron a la personalidad de cada una de las personas intervinientes.

En el debate, que continuará mañana y luego el viernes 5 de agosto con las testimoniales, se incorporaron 150 pruebas entre informes, declaraciones, pericias, requisas, actas de allanamientos y secuestros de prendas y objetos, así como registros fotográficos propuestos por la fiscalía.

Los hechos ventilados en el debate ocurrieron el 6 de agosto de 2021, cuando padre e hijo fueron brutalmente atacados por un grupo de hombres vinculados con la administración del predio comercial que rodea a la Cruz Gil, el santuario más grande de veneración al Gaucho Gil, ubicado sobre la ruta nacional 123, a unos siete kilómetros de Mercedes, en el centro de la provincia de Corrientes.

Sergio murió el mismo día del hecho, mientras que su padre falleció 72 horas más tarde, ambos a raíz de los golpes y puñaladas sufridas.

A su vez, durante el ataque también resultó herido de arma blanca un cuñado de Sergio Canteros.

"Irrumpieron como en el Lejano Oeste, directamente a copar el terreno, con armas blancas de todo tipo", informó en aquel entonces a Télam el jefe de la policía de Corrientes, comisario general Félix Barboza.

La policía allanó luego el predio del Gaucho Gil donde secuestró las armas con las que presumiblemente se concretó el ataque, entre las que había cuchillos, machetes y hasta un espadín.

Además, una comisión de la División Delitos Complejos de la fuerza provincial se constituyó en la localidad para analizar las comunicaciones que se desprenden de los teléfonos celulares incautados en los procedimientos.

Por su parte, amigos y familiares de las víctimas, encabezados por Yésica Rodríguez, pareja de Sergio "Checho" Canteros, realizaron marchas y cortes en la ruta nacional 123 para exigir justicia y también el saneamiento de la institución que administra el santuario, hacia donde se dirigen las principales sospechas de incitar la toma del terreno en disputa.

Es que 10 días antes del ataque, Sergio Canteros había formulado una denuncia por amenazas recibidas en el marco de esa disputa.

"Tengo videos de sus amenazas hacia mí y mi familia, entraron a mi propiedad y nos gritaban que a Checho lo iban a devolver dentro de un cajón", aseguró Yésica.

"Hace años venimos denunciando estas conductas y creo que buscaban cansarnos para que dejáramos el lugar", añadió la mujer.

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