Creer o reventar. Una secuencia digna de película de miedo se registró el sábado pasado en el Hospital Finochietto, en Buenos Aires. Un guardia de seguridad le tomó los datos a una persona que ingresó al nosocomio. Hasta ahí todo bien pero hay un detalle. Las cámaras de seguridad no muestran a nadie.
El episodio se viralizó y los comentarios apuntan a que el guardia no "armó" la escena. Se aprecia claramente cómo se abre la puerta automatizada y él se levanta para darle la bienvenida.
Anota información en su planilla y le da indicaciones al presunto paciente que sigue su camino.
Tras conocerse que habría atendido a "un fantasma" se supo que los datos que anotó eran de un hombre que había muerto allí el día anterior.